¡Qué casualidad! ¿verdad?

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Decir que el mundo está loco de remate y que es una casualidad todo cuanto está pasando, a mí que, no creo en tantas aventuras que la madre naturaleza nos lo manda o, nos lo hacen creer, no me queda más remedio que alzar mi voz, en este caso, para manifestarme en contra de muchas fábulas que raro es el día que no nos encontramos con curiosidades y fisgoneos que, aunque pudiera estar en lo posible y viendo la clase de endemoniados que nos gobiernan, no me creo nada de nada.

El barco-carguero que ha encallado en las aguas del Canal de Suez lleva construido 132 años, inaugurado en el año 1869. No seré yo quien comunique las vicisitudes y calamidades que padecieron los trabajadores en aquellos años en Egipto. Hemerotecas hay muy cualificadas para conocer con fiabilidad los acontecimientos acontecidos en todos aquellos largos años. Ni tampoco notificaré, ya lo han dado los principales periódicos el bloqueo y el encasillamiento que ha tenido el barco Ever Given en ese canal. Aunque si intento decir que, no hay noticias de que hay sucedido esto, o algo parecido en otra ocasión. Y, por muchas vueltas que le he dado a los periódicos y las noticias solamente se ha dicho lo de la tormenta de arena que, ha sido la causante de este conglomerado de situación que ha sobrevenido esta catástrofe.

A lo que iba. ¡Qué casualidad! ¡verdad? Qué una tormenta de arena, haya causado esta situación de cerrar al tráfico y dejar, además de este barco, a muchos otros en fila para pasar este majestuoso canal, dejando según los eruditos  esta demora está causando muchos miles de millones a la economía mundial que, si ya está en números rojos para que ahora venga este barco-carguero para dejarla aún más penosa y deplorable de lo que está en estos momentos.

Se habla y se discute que hay algunas manos negras que están ensombreciendo y queriendo lesionar el mundo, tanto en la cultura, las creencias y contribuyendo a vulnerar las leyes contraídas en el mundo civilizado. Al parecer existen personajes, magnates de muchos kilates, para mí, supuestamente con manos oscuras que, al parecer, tienen lo mismo que existen otros de dudosas filantropías y mirando aquello que las desgracias no vienen solas, y juntando la pandemia y aderezarla con este barco, diré que las desgracias son como las cerezas, que unas a otras se llevan. Las desgracias vienen juntas, y las desgracias muy espaciadas. Y a río revuelto ganancias de pescadores.

Para diagnosticar, quisiera dejar anotado algunas preguntas sobre el título de este escrito. ¿pudiera ser cierto que esta desgracia ha sido natural, lo mismo que el Covid-19?  ja, y ja. ¿en vez de una tormenta de arena, ha sido el desierto del Zahara con sus 9. 065.253 km cuadrados el que ha visitado este canal?  “Cuando llega la desgracia, nunca viene sola, sino a batallones “(William Shakespeare). Esperemos que no sea verdad.