iglesia

El fenómeno Covid.  Esa enfermedad: mal identificada, selectiva de personas y lugares, viajera, caprichosa, acondicionada a los avatares políticos, cuya evolución puede ser prevista por sus creadores por medio de múltiples y sucesivos inyectables dirigidos al control de nuestro ser vital (léase ARN). Pues bien, resulta que también, creen ellos, puede ser utilizado para tratar de destruir nuestra realidad espiritual.

Los católicos, entre los que me cuento, asistimos primero con estupor y ahora con indignación, las órdenes panfletarias emanadas por los okupas[1]  de nuestras instituciones civiles que se comportan como perros de presa, tratando de conservar como sea el mordisco dado a nuestras iglesias terrenas en cuanto a la usurpación de la autoridad sobre las mismas de los propios católicos con sus cabezas directoras y servidoras, nuestros obispos.

Tras la ceremonia intencionada de confusión que nos fue creada en sus comienzos, mediante el paso de la levedad a la extrema gravedad del terrible Covid, a este gobierno traidor le bastó un simple Estado de Alarma para privarnos de libertades fundamentales vulnerando nuestra Constitución[2], y sin embargo poder dictar decretos aberrantes, tratando de apoderarse de instituciones civiles, legales, militares y como no religiosas.

Lo anterior exige una reflexión sobre que representan para los católicos esas construcciones que denominamos iglesias:

  1. La Iglesia constituye el cuerpo de Cristo, y cada iglesia en particular junto a sus feligreses una parte de ese Cuerpo. Este hecho constituye la base de su inviolabilidad y llegado el caso la defensa a ultranza, por parte de los creyentes, de su sacralidad.
  2. La iglesia es nuestra morada espiritual en este mundo, en el que nos movemos y existimos, pero no compartimos sus valores “mundanos”.En esta morada espiritual, según lo anterior, no tiene cabida nada que no tenga al amor divino y sus manifestaciones humanas, como principio de cualquier actuación. Es por ello innecesario y humillante cualquier intervencionismo por parte de las autoridades civiles, so cualquier pretexto de posible actuación o situación gravosa en su interior.
  3. La iglesia es el lugar donde se da culto a Dios en presencia (está en el sagrario) y en esencia por medio de los sacramentos. La presencia real de nuestro Dios, creador y redentor del hombre, en cada iglesia, es muestra de la enorme necesidad que supone su acceso que nunca puede ser negado sin eliminar consiguientemente la libertad de culto consagrada por la Constitución con la única limitación del mantenimiento del orden público.

En definitiva, la iglesia es el hogar espiritual del católico y como tal inviolable por cualquier poder civil en cuanto a regular su accesibilidad, celebraciones y mucho menos sus normas de comportamiento.

Nada es más valioso que la libertad, cuando esta se fundamenta en la dignidad del ser humano como creatura divina, ni más denigrante que la coacción y el miedo para doblegar las voluntades. Lo primero es propio de una sociedad que cree en sus propios valores humanos y lo segundo, de personas inútiles, usados como títeres políticos por los poderosos, que los adquieren a bajo precio[3].

Para terminar, criticar la actitud de los obispos que parecen sustituir, en este caso, la defensa firme de derechos, convicciones y creencias por el sometimiento que no sumisión como principio, seguido de la negociación suplicatoria, desactivando con ello a los fieles y por si fuera poco, enturbiando la existencia de los propios derechos usurpados. Mientras nuestros servidores políticos nos atacan directamente, nuestros servidores religiosos nos dispersan.

iglesia

La puerta de una iglesia cerrada durante un culto religioso, como se ha llegado a hacer, solo merece ser derribada.

La humildad facilita la sumisión, pero no debe soportar el sometimiento.

*Un artículo de Pablo Blas Villarmín

[1] Para determinar la composición del Parlamento se aceptan los resultados de un programa informático en vez del recuento manual de actas como manda la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).

[2] Diez meses lleva el fallido Tribunal Constitucional sin pronunciarse al respecto.

[3] Sánchez esbirro de las élites globalistas: https://panampost.com/editor/2020/05/09/soros-sanchez-grifols/  Arrimadas y Casado, instruyéndose en el Club Bilderberg: https://superocho.org/watch/KN9puJoNMZxrfWF