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Toda materia conocida está formada por átomos; como ustedes sabrán el átomo a su vez está compuesto por partículas de carga negativa, positiva y neutra: electrones, protones y neutrones. Los electrones (con carga negativa) giran alrededor del núcleo del átomo en cuyo interior se encuentran los protones (de carga positiva) y los neutrones (de carga neutra). Se podría definir al átomo como un vórtice de energía en equilibrio, pues tiene las mismas cargas positivas que negativas. Por último está el neutrón, formado a su vez por tres partículas fundamentales o subatómicas llamadas quarks, que no modifican el equilibrio anterior ya que la suma de sus cargas es igual a cero. 

Todas las uniones químicas de los elementos se producen a través de los electrones, así que podríamos decir sin lugar a dudas, que el entramado del universo tridimensional del hombre se basa en energías negativas. Sobre este entramado corre la ilusión de la realidad, por consiguiente, la ilusión de la realidad subjetiva del hombre es negativa por naturaleza.

Cuando hablé de los principios cuánticos, hablé de lo mal que eran interpretados debido a que eran vistos como expresiones unidimensionales de interpretaciones tridimensionales de principios cuánticos adimensionales. Un ejemplo de esto lo constituye el llamado “principio de correspondencia” que reza: “como es arriba es abajo”. Ampliando su significado tendremos la correcta interpretación: al igual que el vórtice de energía átomo, la unidad de carbono humano tiene las energías negativas por fuera de él (“como es arriba…”), rodeándolo con el entramado de la realidad, y la energía positiva por dentro, en su interior como el núcleo del átomo (“…es abajo”). Como tenemos incorporado la programación de la dualidad, solo somos conscientes de estas dos energías, la positiva y la negativa, pero tal como en el átomo, en nuestro interior también se encuentra la tercera energía, la energía neutra, que en realidad es la encargada de lograr el equilibrio del átomo y de nosotros mismos, es la energía equilibrante, la que compensa la dualidad de los opuestos, la que transmuta lo negativo en positivo, pues en su interior lleva las dos cargas a la vez, es la partícula cuántica por excelencia, y el lazo de unión entre lo positivo y lo negativo, es la energía más importante que disponemos y la cual ignoramos porque así fue dispuesto.

Así como la energía negativa apaga el WiFi y la positiva lo activa, la energía equilibrante es la que lo hace funcionar. Todo el cerebro cuántico funciona con esa energía, que es la que une los opuestos y hace que la realidad general se manifieste, es la energía con la que funcionan nuestros creadores, es en la que se manifiesta el espíritu y con la que trabaja la conciencia genética, es la energía de la verdad y por tanto la que tenemos que lograr manejar para en algún momento obtener la independencia como seres, y lograr así ser libres y dueños de nosotros mismos, ustedes eligen.

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1 Comentario

  1. Y cuál es la primera energía,o la segunda?.Es interesante,pero menos que el mundo de las dimensiones.

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