Está claro que cuando no se sirve para algo se intenta desviar la atención a costa de lo que sea. Y eso es lo que lleva haciendo Irene Montero desde el primer día que hizo su aparición en la escena política pero, sobre todo, desde que fue nombrada ministro por ser “mujer de”.

Si el macho se pasa el día viendo películas y series, ella ahora se pasa el día viendo programas del corazón y analizando todo lo que se dice en los informativos. De un día a otro hemos pasado de Telecirco a Antena 3.

Ayer hizo su aparición estelar en Telecirco para saltarse a la torera la presunción de inocencia y para dar la razón a una mujer que, a cambio de un millón de euros, atacó, no solo a su exmarido, también a sus hijos e incluso dio a entender que la justicia la tenía manía puesto que, lo mismo que denunciaba en el documental, había sido desestimado por los jueces en varias ocasiones.

Pero la televisiva Montero hoy aparece para decirle a Antena 3 cómo debe tratar las informaciones que afectan a los podemitas, sobre todo si son mujeres. Ya se sabe que cuando una mujer podemita asciende por enchufe en la política no se puede decir que haya sido por enchufe, porque es machismo, se le tiene que dar la razón como a los tontos e ir alfombrando el suelo en cada paso que da.

Ay Montero, que en nada te vemos de tronista buscando un nuevo “macho”.