Volvemos a ver una noticia en la que los niños, que esos sí que son las personas más débiles de esta sociedad junto a los ancianos, vuelven a ser las víctimas de malos tratos infligidos por sus padres, en este caso por su madre.
La Policía Nacional ha detenido en la localidad de Alcantarilla (Murcia) a una mujer de 36 años por, presuntamente, apalear brutalmente a su hijo de 4 años de edad. El arresto de esta mujer se produjo el pasado domingo por la tarde. Según han explicado fuentes próximas a la investigación, las agresiones al menor habrían sido constantes: el niño, cuando fue rescatado de su presunta agresora, presentaba hematomas y contusiones por todo el cuerpo, incluso mordiscos. Además, la madre ni siquiera lo estaría llevando al colegio.
El pequeño ha pasado a ser cuidado por su tía, por lo que los servicios sociales no han tenido que intervenir para hacerse cargo de él.
Ahora, la Policía Nacional va a interrogar a la novia de la acusada para que cuente si ha sido testigo de las palizas al pequeño. Además, distintas fuentes informan que la novia podría vivir completamente atemorizada por el comportamiento agresivo de la detenida e incluso ella misma podría haber sufrido, también, malos tratos.
Por supuesto, como podrán imaginar, la ministro de Igual-da, Irene Montero, no dirá ni palabra de este caso, ¿se imaginan qué situación para ella si se le preguntara sobre el asunto? Una mujer le da palizas terribles a su hijo de 4 años e incluso podría habérselas dado también a su novia. El discurso ese de la ideología de género, de la violencia machista y del “flower power” LGTBI se le desmontaría de un plumazo. Si le pidieran su opinión sobre esta noticia se le haría un tremendo cortocircuito en el poco cerebro que tiene.
Esta sub-clase de feministra no tiene cerebro, tiene un repollo, en ocasiones una repolla, y su cavidad craneal es, en consecuencia, totalmente vegetal y transgenica. Ya se sabe, no se pueden pedir peras al olmo ni cerebros al repollo…