Desconozco las razones del tremendo éxito de Amancio Ortega, pero si tuviera que apostar y como desconocedor de ese mundo, diría que es por estar entre lo más avanzado en moda y fabricar con tejidos más económico, dando lugar a un precio que permite cambiar constantemente de prendas de vestir. Decía García Márquez que no envejecemos por la edad, lo hacemos cuando dejamos de enamorarnos. La gente con una mente acostumbrada a razonar puede ampliar esta reflexión adaptarla a la amplitud de formas de entender el amor. El amor no es solo el que se da entre las personas, en sus muy distintas facetas. El amor es también la ilusión o la esperanza en alguna empresa o cometido a realizar.
Comparto absolutamente la afirmación del extraordinario escritor y aunque tengo una edad avanzada, pero aún distante a la jubilación, tengo un entorno de amigos que diariamente, al igual que yo, se levantan a pelear, siempre con tareas pendientes. Es por ello, que, en la mayoría de los casos, seguimos cuidando nuestra imagen, nuestro vestuario. Aunque somos hijos de la post-guerra y nos educaron a que la ropa debe durar, y por ello, la calidad en los tejidos, es fundamental, hoy la vida, ha cambiado. Hemos pasado al extremo contrario, al de “usar y tirar”, también en la ropa y especialmente en la de moda. Es por ello, que hoy, se busca estilo y moda en un tejido no necesariamente de gran calidad. Hoy, muy al contrario que en otras épocas, en la que teníamos la ropa exclusivamente para los domingos, vestimos todos los días como su fuera festivo.
Entre nosotros, está el sibarita, que gusta de prendas de alta calidad, en cuanto al tejido, y que se lo puede permitir. En general son prendas muy caras y si, como es el caso, hoy en general, gusta cambiar a menudo de ropa, el coste es imposible para muchos. Yo estoy en el extremo contrario, me gusta vestir bien, variado y a la moda, es por ello, que Amancio Ortega, ha sido determinante en esta faceta de mi vida, y es por ello, que he podido observar la evolución de la marca “Álvaro Moreno”, tengo que reconocer que cuando conocí de su existencia, no me gustaban sus productos.
Hoy creo que es un alumno aventajado del exitoso empresario ya mencionado y del que por supuesto, soy cliente. En medio de lo que ofrece el gallego y el ursaonés (de Osuna, pueblo de Sevilla) hay muchas marcas. Este fue el debate del día; mi amigo afirmando que sus prendas, que exhibe diariamente, son de mucha más calidad que las mías y que según él, no resistían un lavado. Yo me defendía diciéndole que mientras no miráramos la etiqueta, esa afirmación, solo se sostenía en su imaginación y en el peor de los casos y que llevara razón, una prenda que me voy a poner tres o cuatro veces durante la temporada, considero del todo absurdo, invertir más dinero. Continuaba: Mira los foros de internet y lo que dicen de Álvaro Moreno y otras marcas más o menos similares -No las mencionare para no desviar la atención-. Tras mirar los diversos comentarios, mi respuesta; Pamplinas, todos los que hablan mal, se expresan desde el anonimato y reflejan algo más que un tufillo de mala intencionalidad, intentando desprestigiarlas.
Para mí, en estos foros de internet, se puede más o menos intuir que hay una clara intencionalidad de desprestigiar a la competencia y que es el mejor síntoma, de que esta marca, que ya se ha abierto un espacio importante en el mercado, les está haciendo pupa. Me encanta como viste mi amigo, pero también me siento muy agusto como lo hago yo y por supuesto con la ropa que me compro y donde me la compro.