Escribía en un artículo, al principio de la actual “plandemia”, titulado “los curas y su entrega al globalismo”: Hoy las iglesias, porque los curas así lo quieren, son zonas afectadas por las mismas normas que el resto de lugares públicos. Al parecer han perdido la denominación de “Casa de Dios” es posible que tenga algo que ver el apoyo que su líder, está dando a la globalista “Agenda 2.030” que para los menos informados, tiene como primer objetivo, hacer desaparecer de la sociedad todo lo que tiene que ver con el concepto de humanidad y muy especialmente, el amor entre las personas.
Volveré a recordar, también de aquel artículo: Todos los que peinen canas, recordaran como los sacerdotes vascos, daban cobijo a los asesinos de ETA en sus iglesias, allá en el País Vasco cuando esa organización terrorista mataba con el tiro en la nuca. En la casa de Dios, naturalmente no podían entrar las fuerzas de orden público. Aprovecho también para recordar que sus ataúdes y sus familiares, entraban y salían por las puertas traseras de las mismas iglesias para celebrar sus funerales. Desconozco si las iglesias -habría que mirárselo- por ser propiedad del Estado Vaticano, por tanto suelo de ese estado, estarían dotadas de ese estatus del que gozan todos las embajadas y consulados de otros países. Esto último, no lo tengo tan claro como lo clarísimo que tengo, que aquí en España, todo la gente con poder, se está doblegando a estas normas que solo buscan acabar con nuestra humanidad, al menos en la forma que hoy la conocemos.
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Recordaran en otras épocas, no muy lejanas, cuando para decir que algo era de imposible solución, se decía; con la iglesia hemos topao. Quien nos iba a decir, que la policía tendría potestad con el beneplácito de la autoridad eclesiástica a cerrar las iglesias cuando lo estimara conveniente, insisto, cuando lo estimara conveniente. Son las consecuencias de tener como máxima autoridad de institución religiosa, la que se autodefine, como seguidora de Cristo, a un comunista pontonero por ser argentino, que está desmontando uno a uno, todas las enseñanzas que Él nos dejara y que naturalmente, si hoy volviera, volvería a empuñar el látigo contra los que se autodefinen como sus apóstoles.
El Ayuntamiento de Sevilla, hará un súper esfuerzo, cuanto nos quiere, para evitar aglomeraciones en las iglesias con motivo de la Semana Santa por preservar nuestra salud. La delegación de Juan Carlos Cabrera, el que pregona a los demás, que hagan lo que él no hace, ha hecho un plan, para joder aún más, a los que se resisten a abandonar sus creencias religiosas y se siguen acercando a las iglesias. Ya saben cómo va esto, los de Podemos agitan las ramas, y los del PSOE recogen las nueces, mientras los curas los aplauden. Naturalmente, tanto las hermandades como el arzobispado se han plegado a las exigencias políticas y “por el bien de nuestra salud”. Y es por ello, que tampoco, realizaran ningún tipo de actividad en la vía pública, y en base a la normativa ya vigente.
Decía mi admirado Chaves Nogales; Los enemigos de la Semana Santa sevillana, siempre han sido el Cardenal y el Gobernador Civil. A día de hoy, la afirmación de aquel magnífico periodista se ha quedado corta, hay ya mucha más gente implicada con acabar, ya por acción ya por omisión, con nuestra Semana Santa. Me van a permitir, terminar nuevamente, con una frase del mismo artículo mencionado con anterioridad “Estos señores con sotanas, deberían hacérselo mirar, ellos mejor que nadie, saben para quien están reservados los rincones más oscuros del infierno”.
A ver, si la gente quiere, hay semana santa. Cada uno se hace una cruz, y sale de procesión, yo lo haría pero me pilla en Alemania y aquí no lo entenderían muy bien. Pero en SEVILLA ó MURCIA, lo entenderían perfectamente, Te PONES EL CAPIROTE, TE COGES UNA CRUZ HECHA POR TI, Y TUS COLEGAS EL TAMBOR, y tru cu trun, trun. Es solo una idea. ANIMO PROCESIONES. Y que digan los curas “misa”
Menuda paradoja que los propios curas estén acabando con su religión. Digo su porque son los que la profesan y deberían defenderla con los dientes si hiciera falta, pero no, hacen justo lo contrario.
Después vendrán diciendo que la gente no va a misa, que no tienen dinero para arreglar, o hacer, esto o aquello, etc. Entonces es cuando la gente tendría que tirarles en cara lo trozos de mierda y lamebotas que han sido con quien quiere acabar con la religión y las creencias judeocristianas.