Aunque demasiado poca, todavía sigue quedando gente valiente en el mundo que tiene principios y que pone estos principios siempre por delante, aunque sean a costa de jugarse su trabajo. Y eso es lo que ha hecho un enfermero de una residencia de ancianos a quien se le había ordenado vacunar a los residentes y tenía dudas sobre los efectos secundarios que estos pudieran sufrir con las vacunas.
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Pidió explicaciones y pidió que estas se le dieran por escrito. Pidió, además, que el médico que le estaba dando esa orden asumiera la responsabilidad, por escrito, de las consecuencias que esa vacuna podrían generar a los ancianos vacunados. El médico se negó a hacerlo y al parecer, fue finalmente él mismo quien vacunó a los ancianos.
Ahora el enfermero lo ha explicado todo a través de un vídeo que ha publicado en las redes sociales y pide que se le asesore sobre las consecuencias laborales que le pueda traer todo esto. Nuestra enhorabuena para una persona valiente de las que quedan muy pocas por el mundo.
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Es evidente que hay demasiado psicopata con puras ganas de matar gente que se pone a estudiar medicina,
Los que están quedando a la altura del betún son los Colegios de Médicos. Pura mafia.