Pasan los días, los meses y hasta dos años desde el descarrilamiento forzoso de Rajoy, y cada vez que nuestro resiliente Presidente se nos presenta ante la opinión pública, no hace otra cosa que emponzoñar todo con palabrerías y discursos vacíos de contenido, con unas argumentaciones tan peregrinas que sonrojarían hasta al más tonto de su clase si no fuera porque seguramente, también lo habrá colocado para que no se ofenda por las continuas faltas de respeto a la inteligencia de todos, y cada uno de los españoles que tenemos dos dedos de frente.
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Y como dice el dicho popular “vuelve la burra al trigo” y se nos presenta a bombo y platillo después de celebrar el cuadragésimo aniversario del golpe de Tejero, coincidente con una cierta mejora en los datos ofrecidos a diario, ya en los coletazos finales según sus expertos inexistentes de la tercera ola, como si los españoles no tuviéramos otra cosa en la que pensar y celebrar a cuatro días de la nuevamente suspendida Semana Santa, con la que nos está cayendo encima por el tema sanitario y su negligente gestión. Y se planta de nuevo en el Congreso para recitar de nuevo las maravillas de su plan de recuperación, transformación y resiliencia, ahora bien con el beneplácito del sector privado al que ahora sí que incluye en la ecuación como novedad, ya que más del cincuenta y tres por ciento ya es conocido por todos que va a ser la parte del pastel, que el Estado se va a llevar de los fondos que conforman el plan de rescate de la U.E. para los próximos seis años.
Y mezcla los sectores digital, industrial, energético y tecnológico como si no existieran otros, como el que pinta un trapo con los falsos colores de la bandera arcoíris que tanto le gusta defender, en pos de lo que a él le gusta calificar como la gran diversidad democrática que inunda las calles de este sufrido país que tenemos. Desde octubre del año pasado difunde su cantinela de los ochocientos mil nuevos puestos de trabajo que ha prometido para los próximos cuatro años, y el tiempo pasa, la situación apremia y dado que ya le van apretando los zapatos por las alianzas tan rastreras que diariamente le ponen en entredicho ante la opinión pública, ahora se atreve a cambiar las cifras y subir la apuesta hasta los ochocientos cincuenta mil puestos de trabajo, reduciendo el plazo de cuatro a tres años, ya que ha consumido uno de su legislatura Frankenstein pensando todavía en cómo empezar a realizarlo, sin que su Gobierno y la Presidencia de su paladín Iván Redondo, hayan visto ni un euro de los fondos prometidos hasta que ciertas reformas estructurales no estén desarrolladas e implantadas en España.
Pero como él lo vale y sus miles de asesores también, dejan bien claro que esos nuevos puestos de trabajo que van a crear serán de “calidad”, como si cualquier trabajo no lo fuera. Y claro cuando observamos que la presión impositiva aumenta aplicándose la misma sobre toda la población indiferentemente de las rentas que se tengan, y cuando vemos que el hachazo a los autónomos va a ser de casi el doble de la cuota como ya se está barajando, sencillamente para que coticen por lo realmente ingresado a su buen entender provocando tal medida, casi con toda seguridad más economía sumergida y más dinero negro en circulación perdiéndose miles de horas legales cotizadas, pues apañados vamos pero eso sí, por supuesto que a los de las mariscadas nos les falte de nada puesto que ya conocemos que las subvenciones para estos sacrificados por la defensa del empleo, se incrementaran en un cincuenta y seis por ciento para este año dos mil veintiuno. El mayor Gobierno de la Historia moderna de España, con el mayor número de asesores colocados a dedo valorado en más de dos millones de euros solamente en gastos de personal al mes, centrifugan sus mentes para que no se les ocurra otra cosa que duplicar las ayudas a una parte de los socios necesarios para que las calles y las clases trabajadoras estén nuevamente silenciadas, manteniendo la espada de Damocles del Gobierno y los Sindicatos mayoritarios, sobre el cuello de la Patronal (IBEX) más preocupada por mantener sus grandes cifras de rentabilidad reduciendo costes, inversiones y plantillas que por la defensa y mantenimiento del tejido empresarial, a la par que desmoronan el tejido empresarial de los autónomos sencillamente no dejándoles trabajar.
Pero claro para el Presidente y sus socios podemitas, lo importante es lo importante; lo demás huelga, ni tan siquiera se plantean sacrificar nada que ideológicamente no le sea rentable, indiferentemente del coste humano que pudiera verse comprometido por la pandemia, con tal de asegurar a sus hordas moradas que las manifestaciones para volver a celebrar los fastos por el 8M no correrán peligro, y que la única excepción será la de limitar la afluencia de público a quinientas personas. El Ministerio de todas las mujeres, de todas, como lacrimógenamente balbuceaba la consorte del Vicepresidente experto en Rap, podrá alardear de nuevo de tener alguna función si es que agitar el avispero gracias a los cuatrocientos tres millones de euros que cuesta la broma de su chiringuito, no justifique la fiesta.
En fin, esperemos que al menos no nos falte la salud para seguir contándoselo…
Verán todos ustedes con sus propios ojos,como no suspenden el Ramadán,ni evitarán los sacrificios de corderos en plena vía pública. ¡El que no quiera ver lo que pasa,ahora,ya no tendrá tiempo de ver nada,más tarde!
Espero que los compatriotas se vayan dando cuenta de que estamos “gobernados” -es un decir-, por un completo inútil, más falso que Judás, y mentiroso compulsivo…
¡El problema es que si no reccionamos, PRONTO SERÁ TARDE!