carne
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No seré yo quien ahora descubra un pasaje de los Evangelios donde se memora a los cuatro Jinetes del Apocalipsis, cada cual tendrá su denotar particular y motivos para encuadrarlos según sean sus apetitos o inclinaciones y gustos, donde cada cual podría reflejarlas como su instinto lo requiera. Yo, lo expongo como novela bélica, la cual fue escrita por Vicente Blasco Ibáñez (Valenciano) y llevada al cine en dos adaptaciones.

En nuestra era, tenemos a cuatro jinetes del apocalipsis, donde cada uno de los jamelgos, simbolizaban la guerra, el hambre, la muerte y la peste.  Cuatro bombas maquinadoras donde sus alucinaciones y engaños lo vemos en el día a día, raro es el amanecer que no encontremos parecidas situaciones y escenarios en estos cuatro jinetes de Podemos, donde se pueden reflejar los acontecimientos de la similitud con la cinta cinematográfica.

El hambre: cualquiera le dice a mi nieto Manu que no coma carne y si se trata de un buen chuletón, mejor que mejor, Cosa que yo le aplaudo, lo mismo que él me aplaudiría que lo consumiera con él sentado a la mesa. Así es que, propongo antes de que estos restringidos y de lucideces atropelladas firmen el nuevo estado de alarma, No comer carne los lunes.

La peste: he leído en es este periódico que: “… las víctimas del coronavirus y sus familias son fachas. Y lo hace con un desprecio que da asco utilizando palabras como performance para calificar lo que ha sido un bonito homenaje a las víctimas de esta enfermedad” “La basura podemita es basura la mires por donde la mires… Solo hay sitio para ideas putrefactas en mentes que, no puede estar más retorcida. Sujetos que da asco cada vez que abren la boca, cualquiera que se ponga a su lado se tendrá que tapar la nariz porque apesta. La peste va con ellos. Cada vez que hablan el hedor de sus palabras es tan hediendo que contamina hasta el papel periódico.

La guerra: la guerra será psicológica en muchos casos donde habrá familias, muchas familias que, verán finiquitadas la carne este lunes promulgado por este partido por sectario, hacia personas más desestabilizadas y sin recueros, donde posiblemente estarían dejando de comer ese lunes carne, en ese comedor, teóricamente ahorrando al estado el importa de las carnes de esos colegios y restaurantes de dominio público. La guerra psicológica y la hombruna, serían un binomio como para no pensar en ello. Solamente unas mentes desnutridas de racionalidad serían capaces de crear algo bueno, a no ser que, estos provinciales podemitas estén de acuerdo para que la venta de carne sea mermada incluso apoyada por el PSE.

La muerte: la emparejo con las otras tres apócrifas de los Jinetes del Apocalipsis, donde cuatro burros han empezado a corretear y brincar con bufidos difíciles de conocerse.  Aquí lo interesante es echar resoplidos, a estos fulanos, les da igual, mezclan churras con merinas. Estos escasos e irrisorios políticos, estoy seguro que consumirán carne en buenos restaurantes, buenos chuletones de buey, de vaca o de ternera, traída de la pampa e incluso de la propia Córdoba de la argentina. Hablar más de esta caterva de fisgones metidos a políticos es perder el tiempo, aunque si digo la verdad y sin temor a equivocarme -casi todos- podrían cabalgar en los cuatro jamelgos del apocalipsis.

TODOS LOS RELOJES CON LA BANDERA DE ESPAÑA