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OPOSICIÓN AL GOBIERNO DE PEDRO SÁNCHEZ
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Estamos asistiendo a una campaña electoral norteamericana muy similar a la de hace cuatro años con una inmensa mayoría de medios de comunicación diciendo que el actual presidente norteamericano, Donald Trump, es, prácticamente, el diablo que va a provocar que el mundo se acabe. Y esto lo hacen con el mayor de los descaros sabiendo, como todos sabemos, que Donald Trump no se ha metido en guerra alguna ni ha iniciado bombardeos, como sí hacía el premio Nobel de la Paz, Barack Obama.
Pero el mayor problema de la posible reelección de Trump son las consecuencias que podría sufrir Pedro Sánchez y su gobierno. Hay muchos asuntos que colean, la presunta relación de varios miembros del gobierno de Sánchez con el narcotráfico, las extrañas relaciones de personajes como Pablo Iglesias, Zapatero o Monedero con varias de las narcodictaduras que están destrozando países como Bolivia o Venezuela. La famosa visita de Delcy Rodríguez a Barajas o los insistentes rumores sobre investigaciones iniciadas desde Estados Unidos contra varios miembros de la izquierda española.
El caso es que Trump iniciaría esa nueva legislatura libre de ataduras, ya que no puede haber una tercera reelección, y con infinidad de cosas por hacer que, estamos seguros, hará en los próximos cuatro años. Demasiados rumores como para que el gobierno de Pedro Sánchez vea con tranquilidad esa reelección. Demasiadas investigaciones pendientes y demasiadas sospechas como para que, desde Estados Unidos, no se tomen medidas urgente.
Ahora hay que esperar y desear que, a pesar de las muchas piedras que están poniendo en el camino para la reelección de Trump, esta se produzca. Solo un pero a todo esto, es una verdadera pena que en un estado, supuestamente democrático como es España, tengamos que ansiar la victoria de Trump para que sea otro el que ponga orden en nuestra casa. Sea como fuere, ojalá gane Trump por el bien de todos.