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OPOSICIÓN AL GOBIERNO DE PEDRO SÁNCHEZ
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Pido perdón al posible lector pero hoy he querido hacer el título más corto que de costumbre, por razones de operatividad. No se trata de un enigma ni, por supuesto, de las siglas de una organización productora de petróleo. Las siglas responden, lisa y llanamente a una frase que me viene rondando en la cabeza desde hace mucho tiempo, habida cuenta de la gran ruina que se nos viene encima a todos los españoles. Significa: Objetivo Patriótico Prioritario y está relacionado con la necesaria salvación de España. Por eso mismo hay que aclarar cuál es ese objetivo.

Pues muy difícil, pero posible: desalojar al gobierno al precio que sea, pero dentro de un orden, respetando la Constitución y las leyes y por medios pacíficos. Ardua tarea, me dirán muchos, pero más noble y productiva no puede ser. ¿Y qué hay que hacer para emprenderla, me preguntarán? Pues utilizando una expresión coloquial debo confesar que ahí está “la madre del cordero”.

Lo primero que habría que hacer, es analizar la situación, con los ojos de una realidad objetiva, sin influencias partidistas. Lo segundo, poner de nuestra parte para hacer ver a nuestros parientes y amigos que no quedan otras opciones ante la cerrazón de los actuales gobernantes. Y lo tercero, conseguir acercar las voluntades de las gentes de bien que hay en España (que son la gran mayoría) para que se promueva un pacto nacional para implantar un “Gobierno de Salvación Nacional” formado por personas de gran preparación y personalidad, y de una moralidad intachable, que procedieran de todos los sectores productivos, sin excepción alguna y sin tener obsesión por la paridad,  como catedráticos, funcionarios, técnicos superiores y de grado medio, trabajadores manuales con experiencia, docentes de todos los niveles, autónomos e intelectuales, que estén dispuestos a pilotar unas actuaciones tan difíciles como apasionantes.

Para ello sería imprescindible que todos los políticos (que estén de acuerdo con esta patriótica solución) se impliquen en ello con honradez y entusiasmo por salvar a España.

Este Gobierno de Salvación Nacional podría pilotar este proyecto durante una legislatura durante la cual habría que conducir a nuestra nación al lugar que la llevaron los constituyentes a partir del año 1978, intentando serenar los ánimos y restablecer la unidad que proclama nuestra Constitución. Después Dios dirá.

Esto puede ser el sueño de un anciano, osado y pasado de moda, pero estoy seguro de que, si se cumpliera, aunque este anciano no lo pudiera ver, sería una bendición del Cielo.