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Si se dan cuenta existe en el gobierno un discurso que está cambiando poco a poco y aunque esto sea normal en un gobierno sin rumbo y que nunca ha tenido un norte, en este caso los motivos están más que claros y son más que evidentes. En España y a pesar de lo que diga el gobierno, ya todos somos conscientes de que el gobierno miente descaradamente con el número de muertos provocados por el coronavirus y aunque los 27.000 que dice el gobierno ya son una auténtica barbaridad, los casi 50.000, que todos pensamos que es el número real, son una auténtica hecatombe y casi un genocidio.
A pesar de que el gobierno tiene ya más de 40 querellas presentadas en el Tribunal Supremo, el que se lleva la palma en cuanto a denuncias y querellas es Fernando Simón. En realidad es a quien el gobierno ha puesto como cabeza visible en toda esta crisis y quien, en nombre del gobierno, ha mentido desde el primer día. Además hay algo que es muy importante en el caso de Simón, no está aforado, puede ser denunciado en cualquier tribunal y, como sucede en todos los asuntos de la vida, habrá que ver cuál es su límite y hasta qué punto está dispuesto a responsabilizarse de todo lo que ha sucedido en España.
Sánchez lo sabe y sabe, además, que llevar a Simón a los tribunales puede llevarse por delante a todo el gobierno. Que una persona asuma todas las responsabilidades, que haga de cabeza de turco de todo es algo en lo que Sánchez no confía y no confiamos nadie. Lo normal es que cuando Simón se vea con el agua al cuello y teniendo que responder de decenas de miles de muertes empiece a echar balones fuera y empiece a disparar hacia arriba para eximirse de alguna de sus responsabilidades. Eso es lo que teme Sánchez y de ahí que el gobierno haya iniciado una estrategia de apoyo en público a Simón.
“Es un experto”, “es muy buena persona”, “ha realizado un trabajo extraordinario en toda la crisis y quien le critique es un ignorante”… Alabanzas para alegrarle el oído a Simón y para intentar que no cante y que no empiece a culpar a ministros e incluso al presidente del gobierno. ¿Ustedes creen que Simón estará dispuesto a “comerse este marrón” él solo? Nosotros no y estamos convencidos de que Sánchez tampoco. Al final y tal y como funciona la justicia en España parece estar claro que para sentar a Sánchez en un banquillo primero hay que sentar a sus subordinados.
