SI TIENES DUDAS LEGALES, NUESTRA ASESORÍA JURÍDICA LAS RESUELVE DE FORMA GRATUITA
#AyudaEntreCompatriotas
TODAS LAS REDES SOCIALES DONDE PUEDES ENCONTRARNOS, HAY QUE ESQUIVAR LA CENSURA
Quiero decir dos cosas. En primer lugar, y para que no haya malas interpretaciones, que el título que acaban de leer responde únicamente a una forma de expresar que no me creo nada de lo que dice este exjuez, vestido de ministro progre e investido de mentiroso compulsivo. Y, en segundo lugar, que no suelo ver los debates porque, además de aburridos en gran parte, carecen de altura suficiente para gozar con lo que dicen la mayoría de los diputados.
No obstante, el 27 de mayo de 2020, quise oír de primera mano las respuestas de Marlaska sobre la injusta y grave destitución del coronel de la Guardia Civil, Don Diego Pérez de los Cobos, jefe de la Comandancia de Madrid. Me alegré mucho de haber seguido esa sesión del Congreso de los Diputados, de la saqué muy negativas conclusiones acerca del ministro.
Pero es más, cuando se han demostrado, de manera fehaciente, que todas las mentiras que contenían las respuestas de este mequetrefe, que ya no engaña a nadie, se me han despejado las posibles dudas que pudiera tener sobre su catadura moral. Este ridículo e hipócrita personaje, ha demostrado que es un truhan por decir que tiene respeto por el coronel Pérez de los Cobos al que acaba de cesar ilegalmente por razones políticas. Carece de la dignidad que debería poseer un personaje que ha vestido la toga durante muchos años y ahora no le importa arrastrarla por la basura que sea necesaria para seguir cometiendo tropelías.
Tengo que confesar que, desde la actuación chulesca y repugnante del embustero Marlaska (o Marlasco), su sola presencia me produce basca y bastante asco.
Solo un par de palabras para usted,sinvergüenza, no se va a salir con la suya,va a ser juzgado,condenado y va a acabar en la cárcel,viva España.
Un amigo mío, posiblemente homófobo, decía que no hay maricón bueno…, pues según él, aunan la maldad propia de las mujeres, con la mala leche de los hombres.
Y claro, el resultado es explosivo.