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El pasado domingo 10 de mayo, el presidente de Estados Unidos de América, Donald Trump, publicó un tweet con el término Obamagate. La publicación, que se convirtió en tendencia mundial, generó incertidumbres y críticas. Por lo tanto, es necesario aclarar que el término Obamagate hace referencia a una serie de investigaciones que se concentran en la figura del ex-presidente Barack Hussein Obama. El ex-presidente toma protagonismo por ser el principal artífice de una serie de ataques para desestabilizar el actual gobierno de Trump, con el fin de removerlo del cargo de presidente.
Es posible establecer como momento inicial del Obamagate el año 2014, cuando el entonces presidente Barack Obama destituyó de forma sorpresiva al Director de Defensa e Inteligencia Nacional Michael Flynn. Cada una de las distintas maniobras que la oposición a Trump ha realizado, para desestabilizar el gobierno del actual presidente, se presentaron por activistas independientes o medios de comunicación cercanos al Partido Republicano. De esta forma, Trump publicó un tweet del locutor Buck Sexton quien afirmó que el ex-presidente Barack Obama usó sus últimas semanas en el cargo para atacar a los funcionarios entrantes y sabotear la nueva administración.
El lunes 11 de mayo, en una rueda de prensa[1], Trump afirmó que el Obamagate: “Ha estado sucediendo por mucho tiempo. Ha estado sucediendo incluso antes de que me eligieran. Y es una desgracia que haya sucedido”. Luego agregó que más información al respecto será revelada en las próximas semanas. Finalmente cuando el periodista del Washington Post, Philip Rucker, le preguntó sobre el delito exacto de Obama, Trump respondió: “Ya sabes cuál es el crimen. El crimen es muy obvio para todos. Todo lo que tienes que hacer es leer los periódicos, excepto el tuyo”.
Diversas investigaciones revelaron que el gobierno de Obama diseñó y ejecutó un plan de espionaje hacia Trump y su equipo de campaña durante la carrera presidencial de 2016. El espionaje fue encubierto bajo una misión, denominada con el nombre en clave “Crossfire Hurricane”[2] o “huracán de fuego cruzado”, para investigar los lazos de la campaña de Trump con el gobierno ruso en el verano de 2016. El fiscal general William Barr insinuó, el día miércoles 10 de abril del 2019, que hubo espionaje contra la campaña presidencial de Trump en 2016 y acusó a las autoridades estadounidenses de estar detrás de la operación. Fue Michael Flynn quien contactó al equipo de campaña de Donald Trump para informar que por órdenes de Obama las principales agencias gubernamentales los estaban espiando. Lo que fue visto como una traición por parte de Flynn a Obama finalizó en la acusación, al asesor de seguridad, de cooperar y conspirar con el gobierno ruso para intervenir en las elecciones presidenciales con el fin de que Trump resultara triunfador.
Con la intención de evitar que Trump se convirtiera en presidente, una vez ya ganadas las elecciones, el Partido Demócrata organizó una campaña para lograr que los miembros del Colegio Electoral de los Estados Unidos votaran en contra de la voluntad de sus estados. La campaña, que fue llamada Unite For America, fracasó cuando El Colegio Electoral votó a Trump como nuevo presidente electo. Aunque no hay evidencias claras existe la sospecha de que la campaña fue coordinada y financiada por el entonces presidente Barack Obama.
Las maniobras de desestabilización continuaron en los primeros días del nuevo gobierno. En lo que respecta al Rusiagate, los demócratas afirmaron que existió cooperación entre Trump y el gobierno ruso de Vladimir Putin durante la campaña presidencial de 2016. El Partido Demócrata y sus aliados en los medios de comunicación divulgaron la teoría del Rusiagate y plantearon la idea de un juicio político al presidente Trump. Finalmente, la teoría fue desmentida por los resultados de la investigación del Consejero Especial Robert Mueller. Según informó Usa Today[3], el Mueller Report concluyó en que no existieron evidencias sobre una conspiración criminal en la cual el gobierno ruso haya ayudado al triunfo de Trump. Lo que revelaron las investigaciones referentes al Obamagate es que Obama participó en la coordinación de esta teoría que fue divulgada en los medios de comunicación con afinidad demócrata.
En los inicios del escándalo relacionado con el Rusiagate surgió un polémico dossier elaborado por el ex-espía británico Christopher Steele. En el dossier se afirmaba que el gobierno de Vladimir Putin contaba con información que permitiría chantajear a Trump para que pueda ser su marioneta política. La falsa documentación incluía referencias a vídeos sexuales de Trump con prostitutas en un hotel de Moscú durante un viaje a la capital rusa en 2013[4]. A este escándalo se le sumó la noticia, como se informó por ejemplo en el diario El Mundo, de que tres periodistas de la cadena CNN, entre ellos el editor jefe de la unidad de investigación, habían dimitido[5] luego de haber publicado un artículo, posteriormente eliminado, en el que se mencionaba la existencia de un vínculo entre personal de la campaña de Trump y el gobierno Ruso. A partir de lo anterior mencionado es posible concluir que en los medios masivos de comunicación también pueden encontrarse fake news. He aquí una gran ironía, estas acusaciones desmentidas, que fueron divulgadas y potenciadas por los medios de comunicación, ahora quedan como una mera teoría conspirativa. Finalmente se rebeló que el autor del dossier, Christopher Steele, fue contratado en la campaña de Hillary Clinton para escribir el polémico documento[6] con la aprobación del Comité Nacional Demócrata y el gobierno de Obama.
Lamentablemente los ataques a Trump continuaron. El actual presidente de Estados Unidos fue víctima de un escándalo relacionado con una llamada que mantuvo con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, el 25 de julio de 2019. Durante la llamada Trump felicitó a Zelenski por su victoria en abril de 2019 y le mencionó su intención de cooperar en la investigación, que el nuevo gobierno de Ucrania realizaba, sobre los vínculos entre el hijo de Joe Biden, Hunter Biden, y la empresa energética ucraniana Burisma Holdings. Este caso es relevante porque de la llamada telefónica con Zelenski se llego a un juicio político que resulto fallido, ya que Trump fue exonerado por el Senado el 5 de febrero de 2020. Las investigaciones relacionadas con el Obamagate sostienen que el principal articulador del fallido impeachment fue el ex-presidente Obama, quien coordino con ayuda de los medios de comunicación afines y con los diputados demócratas un juicio político para perjudicar a Trump.
Donald Trump afirma que el Obamagate hace referencia al mayor crimen político en la historia de Estados Unidos, aun más grande que el Watergate, en el que estarían involucrados Barack Obama y el “Deep state” o “estado profundo”.
*Un artículo de Luis Viera
[1] https://www.youtube.com/watch?v=gNlSRd2w5IA
[4] https://elpais.com/internacional/2017/01/11/estados_unidos/1484092397_763471.html
[5] https://www.elmundo.es/television/2017/06/27/595214a7468aeb68478b4663.html