Hoy, Día Internacional de la Mujer, en un supuesto homenaje a la mujer, veremos en las calles a miles de ellas, gritando, reivindicando su liberación y exigiendo libertad respecto al varón.
Hay quien lo hace desde su condición sexual, usando un lenguaje despreciativo, acusador, discriminatorio y haciendo del hombre, su enemigo visceral, hasta el punto de querer someterlo para equipararse, para emanciparse y para demostrar una superioridad mal entendida, que confunde igualdad con imposición, equiparación con persecución y los derechos como obligación, basta comprobar que para reafirmarse en sus peticiones, piden incluso desde un ministerio de igualdad, “el derecho de llegar borracha y sola a casa”.
Quizás porque quien esto escribe proviene de una sociedad matriarcal como es la vasca, en donde la mujer, encarnada en la madre de familia, es “la reina” de la casa, siendo adorada, mimada y agasajada hasta el punto de que sigue siendo tradición entregar el sueldo que se gana hasta que uno crea un hogar propio y en donde la palabra de la “Amatxo” es ley, no entiende ni comparte muchos de los parámetros de esas mujeres que en vez de integrarse, manipulan a la sociedad, en vez de mejorar su condición femenina por sí mismas, aniquilan al hombre como ser a destruir y en donde no se miden capacidades ni intelectuales ni morales, ni tan siquiera razones éticas , sino se reivindican como admirables, elementos distorsionadores de la verdadera realidad de la condición femenina.
Esta semana, hemos vivido un claro ejemplo de esto que digo, cuando hemos visto a toda una empresa de medios de comunicación, atacar a una mujer, por expresar desde su libertad, su opinión como política, de una situación real y denunciable, con su capacidad para denunciarlo como periodista, por ser una intelectual y una líder política, incómoda por su determinación e inteligencia, por ser rebelde en la defensa de sus ideas, por no atarse a lo políticamente correcto y sobre todo, porque molesta desde el punto de vista de crear una realidad artificial y manipulada, que quiere hacer un estereotipo alejado de la realidad diaria y de lo que la sociedad pretende y necesita.
Ni que decir tiene que me estoy refiriendo a la portavoz del PP Cayetana Alvarez de Toledo, quien en estos días ha sido protagonista involuntaria de ataques desmedidos desde quienes buscan la “igualdad” de la mujer, por el hecho de ejercer su libertad de opinión, de pensamiento y de expresar ante la sociedad su criterio sobre la manera de informar de un medio de comunicación. Para ello, no han dudado en acusarle de ser “marquesa”, título recibido por herencia, ni han dejado de discriminarla por estar en un bando político determinado, el centro derecha, en donde se caracteriza por la defensa de la libertad y, sobre todo, por cultivar y defender los valores democráticos y constitucionales de la democracia parlamentaria que nos dimos en 1978.
El centro derecha español, durante sus cuarenta años de existencia, ha tenido en su seno mujeres como Cayetana Álvarez de Toledo, fuertes de carácter, intelectuales, con capacidad de pensamiento propio y “verso suelto”, que se han hecho a sí mismas, abriéndose paso por mérito conseguido y fuertemente criticadas por ser y presumir de pertenecer al centro derecha. Basta recordar a Isabel Tocino, Loyola de Palacio, su hermana Ana, Luisa Fernanda Rudi, María San Gil, Teresa Jiménez de Becerril, todas ellas, de gran personalidad, gran capacidad, liderazgo y sobre todo, admiradas por ser mujeres y presumir de ello.
Durante esta polémica absurda en donde se ha ido a la caza de una mujer por expresarse en libertad, como ha sucedido con Cayetana Álvarez de Toledo, alejada de lo común en estas fechas de conmemoración del Día Internacional de la Mujer, parece que sorprendió a propios y extraños, declarándose feminista de las Amazonas, anunciando que no acudiría a la manifestación reivindicativa que tendrá lugar hoy en Madrid.
Una vez más, Cayetana ha dejado a todos con la boca abierta, especialmente a sus enemigos, que no la soportan por inteligente, tener criterio propio y haber leído.
A estos, les ha descolocado que Cayetana admire a las mujeres heroínas amazónicas de ficción y que están representadas por mujeres atletas, de rasgos fuertes en la sociedad, el arte y la literatura. El criticismo histórico puede ayudar a hacer aparecer ejemplos del feminismo amazónico, en la literatura anterior a la década de los 90 del siglo pasado, como es el caso de Wonder Whoman, concebido al inicio de la década de los años 40, centrada en las amazonas de la Mitología Griega.
Por eso me gusta Cayetana, porque a pesar de estilo ‘big four’ y aparentemente débil, rezuma fuerza, intelecto, criterio propio, capacidad de decisión y sobre todo que se vale por sí misma, para la vida y para defender lo que piensa, pero sus enemigos, esos defensores de la “igualdad” de la mujer, son tan ecuánimes que exigen a un hombre, Pablo Casado, el cese de Cayetana Álvarez de Toledo, porque les molesta su libertad.
TODAS LAS REDES SOCIALES DONDE PUEDES ENCONTRANOS, HAY QUE ESQUIVAR LA CENSURA
Las declaraciones de Cayetana Alvarez de Toledo entran en el contexto de las ideas y principios del PP, aunque algunos no extraños, sino propios, estén en desacuerdo con ellas.
Siempre he tenido confianza plena en Pablo Casado como líder natural del PP. El problema es que se encontró con un PP dividido por las circunstancias que todos sabemos y reestructurar un partido de tantos millones de votantes y cientos de miles de afiliados, es arduo y difícil. Las circunstancias pasadas, de unas elecciones tras otras, no daban opción a reformar nada, ya que todas las renovaciones traen consecuencias inmediatas, pero en cualquier momento hay que tomar ésa decisión por el bien del partido.
Se ha tomado en el País vasco y se tenía que haber tomado en otros sitios que están en la mente de los simpatizantes del PP.
Hay que marcar una política, como siempre se ha tenido a excepción de los últimos episodios, que sea consecuente con lo que exigen los votantes y ciudadanos y no moverse si un ápice de ésa trayectoria.
No se pueden tener, aunque ganen, que ya veremos muy pronto, presidentes que siempre manifiestan su malestar con las decisiones de la nacional, presidentes nacionalistas de lo que no somos “maestros” y voces discordantes por cualquier sitio. Eso queda para otros. Son necesarios dirigentes con coraje y preparación, fieles y defensores del ideario del PP y dejarse de declaraciones, bandazos y zancadillas.
En eso nos lleva mucha ventaja la izquierda y ahí los tenemos. Las encuestas no le dan ninguna bajada importante y como dice la canción………porqué será, aún con lo mal que nos parece que lo están haciendo? Pues porque las ideas de sus votantes las reflejan y cumplen en su forma de gobernar.
Casado debe de mantener a Cayetana y dejarse de “melifluos” y propagandistas. Ideario político y cumplimiento, pero con unas directrices claras. Nunca los medios de comunicación como el causante de éste revuelo, ni nos respetarán, ni serán capaces de reconocer nada de éxito en el PP, por tanto, las cosas claras y contestaciones con dureza a lo que ellos provocan un día sí y otro también. Muchos de los votos más moderados de Vox, son del PP por lo que el hacerse la pregunta de su fuga, creo que no necesita ningún tipo de estudio.
Pablo que se limite a su papel de presidente, con mando en plaza, Teo, a su papel de secretario general y Feijoó y algunos otros, que no lloren por las esquinas pidiendo los votos de Vox, porque peligra su mayoría absoluta. Hay que atender y oír a los afiliados y votantes con las ideas mayoritarias que siempre ha tenido éste partido y quizás pronto veamos los resultados.