Este gobierno que -al decir de un amigo mío- nos va a dejar “en pelotas” lo componen tantos individuos que, para estar todos sus componentes bien acomodados -sin estorbarse los unos a los otros- deberán encargar una nueva mesa. O, mejor dicho, un mesón. Porque -a poco tardar- el dúo Pablo y Pedro (dicho por orden de mando) no conformes con haber aumentado el gobierno de 14 a 23 (64%) y sus adláteres otro tanto, querrán montar una instalación hotelera con colchones de último modelo. Pero me estoy desviando y voy a explicar lo de la frase significativa.
La ha dicho Ábalos, ese ministro que, con ínfulas de grandeza a pesar de su aspecto de picador cabreado, ha protagonizado para nuestra desgracia una actuación tan lamentable como indigna en el aeropuerto madrileño, mintiendo media docenas de veces y protegiendo a una política comunista de Venezuela que tenía prohibido pisar territorio español. Pues este tristísimo y malencarado Ábalos se ha retratado una vez más cuando alguien le sugirió que dimitiera y él en lugar de hacer lo que haría un político que se vista políticamente por los pies contestó con poca lacha y sin pensárselo dos veces “Yo he venido para quedarme”.
Cierto, ¡¡certísimo!!, este tipo no ha ido a gobernar para cumplir como una persona decente que dimite cuando se “equivoca” (vamos a llamarle equivocación). Él se “enganchó” a la política con 17 añitos y desde entonces -hasta los 60 que tiene- van 43 años “tirando del carro” para el bien de “su bolsillo”. Muy cierto, ¡¡¡certísimo!!!, él desde muy joven lo vio claro; primero en el PC y dos años después al PSOE y -desde entonces- a vivir de la política. Como un marajá.
Pero a España este tipo y otros como este no nos dan nada más que disgustos. ¿Está o no justificada su frase? Justificadíííísima porque le salió de lo más profundo de su bolsillo.
Él vino para quedarse … toda la vida, pese a quien pese. ¿Pasa algo?
TODAS LAS REDES SOCIALES DONDE PUEDES ENCONTRANOS, HAY QUE ESQUIVAR LA CENSURA