Lo de estos comunistas españoles parece de guasa porque llegan a unos extremos de ridiculez inimaginables incluso para ellos. Resulta que los representantes de una ideología condenada junto al nazismo por el propio Parlamento Europeo consideran que el discurso de Vox incita al odio y piden al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, que censure a los parlamentarios de este partido.
Suponemos que el señor Sassoli todavía se debe estar recuperando de las carcajadas que le debe haber provocado un documento como ese y viniendo de quien viene pero, a pesar de las risas, es completamente inadmisible que sean unos comunistas los que hablen de discursos de odio y sean ellos los que pretendan censurar los discursos de los demás.
Parece que cuando se hizo el reparto de cerebros toda esta gente estaba de vacaciones o los recogieron de un vertedero porque no se entiende cómo pueden llegar a esos extremos de desfachatez y ser tan sumamente caraduras.
