Es urgente, muy urgente. Hay que hacer algo sin perder el tiempo. El mal se está instalando en nuestro mundo a más velocidad que la tierra gira sobre sí misma (1.700 kilómetros por hora). Los humanos, que somos los únicos seres vivos que tenemos inteligencia, la hemos dejado a un lado o la hemos perdido definitivamente. La cuestión es que no podemos -ni mucho menos debemos- continuar en la dinámica de autodestruirnos. ¡Hay que aplicar una solución! Porque soluciones hay; tan solo hay que tener la voluntad de ponerlas en marcha.
Me preguntarán algunos que dónde están esas soluciones a lo que con gusto les respondo: lo primero que hay que hacer es quitarse la venda de los ojos y recordar que somos las únicas criaturas creadas por Dios, a su imagen y semejanza. Él nos dijo, creced y multiplicaos y llenad la tierra (Génesis 1:28). Y nos dejó unos mandamientos que ahora todos hemos adaptado a nuestros particulares enfoques. Y ¿adónde hemos ido a parar? En muchos casos, a fomentar descaradamente la práctica del aborto y, en otros casos, hasta obligarlo.
Y estamos cayendo también en la eutanasia que muchos alaban con entusiasmo; dirán -mintiendo- que son grandes soluciones para los ancianos que padecen alguna enfermedad invalidante y hay que “situarlos” lejos de nuestras vidas. Y para completar el sombrío panorama, aparece Holanda con una “píldora letal” para los mayores de 70 años que estén hartos de vivir. ¿Hartos de vivir con 70 años y hay algunos que a los 80 suben a los picos más altos del mundo? ¡Vamos anda! Yo, desde luego no estoy harto de vivir y tengo más de 80. Supongo, que la hartura de vivir se la imbuirán los “progresistas” y hasta se la “tragarán” algunos.
Lo mismo que hay catalanes que se tragan el que Colón, Cervantes o Santa Teresa nacieron en Cataluña. Me temo que todo esto tendrá algo que ver con el “ahorro” en pensiones. Sea lo que sea, estamos ante la mayor degradación del ser humano y de un “esconder a Dios” bien orquestado.
Porque Dios existe a pesar de aquellos que explican que todo el universo surgió espontáneamente, sin intervención de un Ser Supremo.
TODAS LAS REDES SOCIALES DONDE PUEDES ENCONTRANOS, HAY QUE ESQUIVAR LA CENSURA