“España, no puede ser de unos contra otros; España debe ser de todos y para todos”. Con esta conclusión expresada por S.M. el Rey Felipe VI, en su discurso, se inició ayer la XIV legislatura de las Cortes Generales, en un acto institucional celebrado ante diputados y senadores en la carrera de San Jerónimo.
En este acto, que vino precedido del “numerito de siempre” de partidos independentistas vascos, gallegos y catalanes, quienes en un comunicado manifestaron su rechazo a La Corona, incidiendo en el discurso pronunciado por el Rey en relación a lo sucedido en Cataluña, olvidándose que además de Rey es jefe del Estado y que son el sustento de apoyo al actual gobierno de Pedro Sánchez.
En su alocución Felipe VI, señaló que en su discurso del pasado 24 de diciembre, se dirigió a los españoles “con un mensaje de confianza en nosotros mismos, porque en una época llena de preocupación ante las incertidumbres, es muy necesario centrarse en las oportunidades que se generan, para afrontar los retos inteligentemente y hacerlo con voluntad y decisión de avance, de transformación y de adaptación a los cambios que vive nuestra sociedad”.
Para el monarca, ”hace algo más de 40 años, las palabras concordia, reconciliación, entendimiento y respeto y por supuesto Libertad, resonaron como nunca antes en nuestro país y superaron las divisiones, enfrentamientos y las imposiciones”.
Según nuestro Jefe del Estado” esas palabras, fueron capaces de movilizar a todo un pueblo; movieron convicciones, sentimientos y emociones; recogieron e impulsaron aspiraciones e ilusiones, largamente anheladas por muchos ciudadanos”.
Finalmente, Felipe VI concluyó su discurso de apertura de esta nueva legislatura expresando que “España no puede ser de unos contra otros; España debe ser de todos y para todos. Así lo sigue queriendo la sociedad española desde hace 40 años, así lo quiere y así lo merece”.
Una vez más nuestro Rey, el Rey que se define como “rey constitucionalista”, ha dado un soberbio ejemplo de cuáles son los valores expresados por la sociedad española desde 1978, cuando aprobó su ley de leyes, su Constitución. Cada palabra y cada consejo expresado por nuestro Rey tanto a diputados como a senadores, en esta apertura de legislatura, es el concepto de un país que, ante una voluntad común y objetivos comunes de cara al futuro, debe trabajar de manera unitaria respetando al semejante, pero desde las bases establecidas en nuestro marco constitucional.
El Rey les dice a nuestros representantes políticos que representan los intereses generales de 47 millones de españoles, decidiendo sobre el presente y futuro de España, siendo el encuentro simbólico de todos los anhelos y preocupaciones, de sus ilusiones y esperanzas.
Esta lección magistral dada por Felipe VI, contrasta con la postura de varios grupos políticos minoritarios, cinco en total, que arrogándose una representación ajena a la voluntad de “todos” los españoles, porque ni tan siquiera son mayoritarios en su región de origen, rechazan el concepto de España que nos hemos dado todos, atacando la figura no solo de un Rey, sino de un a Jefe del Estado, cuyas actuaciones y palabras, siempre han estado como garantes de lo establecido en la Carta Magna que nos dimos todos, en donde se expresa “la indisoluble unidad de la Nación Española”.
Este rechazo de estos grupos independentistas, marginales en el contexto general de España, puesto que todo depende de 47 millones de españoles, resulta más sangrante, por el hecho que son ellos precisamente, quienes con su abstención y en base a sus acuerdos con el PSOE, han hecho presidente del gobierno a Pedro Sánchez, con la particularidad de que por encima de sus intereses personales o de partido, está obligado a defender precisamente, lo que sus socios de gobierno, quieren atacar, que es indudablemente la Constitución y la unidad de España.
Esto último debe hacer reflexionar a todos los españoles, porque esta situación kafkiana que estamos viviendo, no puede convertirnos en rehenes de quienes desde objetivos distintos marcados por todos, razón por la que de cara a futuro, hay que buscar soluciones políticas que eviten este triste espectáculo, como es el hecho de que 47 millones dependamos en nuestro futuro, de fuerzas que quieren romper nuestra idiosincrasia, nuestras normas de convivencia y lo que es peor, ese proyecto común, hermoso y de futuro llamado España.
¿HASTA CUANDO VA A SER ESPAÑA REHÉN DE QUIENES QUIEREN ROMPERLA? Pedro Sánchez tiene la palabra.
TODAS LAS REDES SOCIALES DONDE PUEDES ENCONTRANOS, HAY QUE ESQUIVAR LA CENSURA