En pasados días, decía el come-gambas de UGT que los que se manifestaban en Extremadura por la subida del Sueldo Mínimo Interprofesional, eran capitalistas de extrema derecha. Naturalmente la frase además de desafortunada y tremendamente exagerada, encerraba alguna verdad; jornaleros del campo, no había. Mira por donde se me ha venido a la cabeza aquellas largas caminatas que se pegaban los jornaleros de Sanchez Gordillo pero que ya hoy, son algo más que historia. Los jóvenes de hoy, seguro que las desconocen. Hoy, y tras largas largos años de gobiernos social-demócratas, los jornaleros, no necesitan manifestarse. El Plan de Empleo Rural, condensado en unas cuantas peonadas acompañado de todo tipo de subsidios y un sueldo mínimo interprofesional, ya hoy de catorce pagas de 950 euros, lo hacen del todo innecesario. Lo es, hasta el punto que jornaleros del Norte de África y del Este de Europa vienen en busca de tan privilegiada ocupación.
Esta mañana ha estado el señor Garamendi, presidente de CEOE en Las Mañanas de Federico, aprovecho para decir que mandé un watssap para que le preguntara “que empresa ha fundado este señor, que empresa ha dirigido o en que empresa ha trabajado” aunque les ha llegado, no se lo han preguntado. Pero a D. Federico, le sobran licencias. No le hizo mi pregunta pero dejó constancia de la afinidad IBEX-35 con el Gobierno, el abuso contra las empresas en los Convenios Sectoriales, resalto que la “CEOE es la coartada de los sindicatos para conseguir sus objetivos y por último, la afinidad de Garamendi con el PNV. Más que sobrado mensaje para el que quiera entender.
Garamendi en su papel, con el lenguaje de un político-sindicalista, en la defensa de las multinacionales; Criticando que los concursos ganados por las empresas, multinacionales, en la Administración Pública, no corrigen estas subidas del S.M.I., se quejaba de la posible reforma que parece ser se va a producir con la derogación de la reforma Laboral en cuanto a la subcontratación que empresas, multinacionales, hacen a microempresas. También dejó alguna verdad incomoda; Reconoció que las cuotas sociales en España, están un 30% por encima de la media europea de la misma manera que reconoció también que la presión fiscal sobre “los que pagan”, insisto, “sobre “los que pagan” es el doble, también de la media europea.
Todo lo descrito, para mayor entendimiento de la consigna que más se está acentuando en las protestas de los agricultores, evidentemente de los “infiltrados”; Lejos de poner sobre la mesa, las clarísimas razones que hacen inviable la comercialización de productos agrícolas en España, se insiste en imponer “un precio mínimo”. Ya saben, para desmotivar a los buenos trabajadores y beneficiar a los malos. Para que baje la calidad de los productos, y al final, pagar más por productos más inferiores. Si a esto añaden que la administración pública no deja de incrementar su personal, es la única empresa que amplia plantilla, blanco y en botella; Comunismo. Termino como empecé; y el señor Garamendi, de que lado está.
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