He leído en la tercera de ABC del día 22 un alegato, donde le ha dado el Académico de la Real Academia, Don Serafín Fangul un repaso que, por pocas líneas, nos deja un estudio de lo que se viene argumentando desde hace tiempo, pero este Académico con versátil pluma nos deja, al menos a mí, una verdadera necrología, que, por el camino de la historia y los pueblos independentistas son cada día más los que machaconamente nos están echando a los constitucionalistas fuera del juego establecido en su día por nuestra constitución, “Ahora, varios alcaldes de León –pocos– asalariados del PSOE y deseosos de sabotear al gobierno de Valladolid, en manos de PP y Ciudadanos, han descubierto que León «no coincide en nada con Castilla, su idiosincrasia, sus raíces, su identidad» y no sé cuántas cosas más, como asegura, sin soltar la carcajada, la alcaldesa de Santa María del Páramo. Y como me toca muy de cerca, no me mantendré al margen…”.
Los pueblos a veces, sienten añoranza a sus costumbres solariegas y patriarcales de sus terruños, pero hay por ahí que, maniobrando intereses absurdos poro a poco van metiendo ensoñaciones ridículas y falto de la verdad. Un conflicto administrativo que por la vulgaridad de los separatistas catalanes y vascos impregnan con su odio a las demás regiones, que, aunque para algunos —no esté bien dicha esta palabra de regiones— como si fueran setas van saliendo a la sombra de estos dos pueblos siniestros de alborotadores y de influencias perturbadoras que, aprovechando de la traición y alevosía del Gobierno socialcomunista y de las tensiones del resto de las provincias cada día que pasa posiblemente veremos pedir al pueblo, llamado AVEINTE con CIEGO, para ir juntos, ya que como el absurdo y el ridículo lo estamos viendo y, el pedir por pedir que no quede.
Hace unos días, León en un pleno ha aprobado por mayoría una moción a favor de su autonomía, moción presentada por Unión del Pueblo Leonés, aprobado, admitido, aceptado y respaldado por los de siempre, por el partido socialista y Podemos. Por muchos avisos, estrategias y maniobras y a evocaciones territoriales, todo esto es una farsa de oscuras dimensiones. Llevamos tiempo diciendo los constitucionalistas, los verdaderos españoles que todo esto había que cortarlo de raíz, que todo es una engañifa para ir mareando la perdiz, de donde se puede pensar que, “ahora de aquellos polvos viene estos lodos” ya fueron otros, ahora le ha tocado a León, mañana seguramente vendrán otros.
TODAS LAS REDES SOCIALES DONDE PUEDES ENCONTRANOS, HAY QUE ESQUIVAR LA CENSURA