Los que nos leen habitualmente sabrán que el Papa Francisco no es precisamente uno de nuestros personajes favoritos, vaya que no nos cae nada bien. Su posicionamiento del lado de todos los discursos globalistas, su descarado favoritismo y complacencia con el discurso más radical de la izquierda y, en el caso de España, su silencio ante el discurso separatista de la Iglesia catalana, nos demuestra que este Papa de Papa tiene poco y no es más que un líder político. Un Jefe de Estado con una ideología determinada y que poco tiene que ver con lo que se espera del máximo representante de la Iglesia católica.
En su visita al pesebre de la Plaza de San Pedro del día de ayer, el Papa fue aclamado por feligreses que le estaban esperando, hasta ahí todo normal. Pero en un momento dado y cuando se acercó a saludar a algunos de ellos, una mujer le agarró del brazo sin dejarle marchar como para decirle algo, el Papa reaccionó molesto y mostrando una cara de gran enfado le pegó varios manotazos a la mujer para que le soltara.
No vamos a criticar al Papa por eso. Es normal que ante una actitud como esa pueda reaccionar de esa forma, no vamos a decir aquello de “es humano” porque nos parece una simpleza, pero de todas formas, esa cara es, para nosotros, la verdadera cara de ese Papa. No nos gusta nada.
Son cada vez menos las personas que se alejan de la Iglesia Católica. Pero es que este Papa no va a conseguir que haya más. No se puede tener unos posicionamientos más ambiguos que los que tiene este Papa con el aborto y con otros temas que, hasta su llegada, estaban meridianamente claros por parte de la Iglesia. No puede ser que el Papa sea más conocido como “papamunista” que por otra cosa.
Y con respecto a España, qué decir. El blanqueamiento que tienen con el separatismo y su posición con respecto a la exhumación de Francisco Franco, al que ni siquiera se dignaron a dar una misa de funeral el pasado 20 de noviembre, demuestran la militancia del máximo responsable de la Iglesia católica y algo todavía mucho peor, que son unos desagradecidos.
CON SUS GESTOS, SU MALA EDUCACIÓN, ETC., ha demostrado lo que los pobres y famélicos de la tierra pueden esperar de él: ABSOLUTAMENTE NADA.
Su cara es el espejo de su alma…
Lo más infame del hecho, no es que le diera un manotazo agresivo, es que la feligresa China le pedía que “no traicionara” a los chinos (en referencia al martirio que están sufriendo nuestros hermanos católicos chinos por la represión del gobierno chino.
Observen el vídeo. La feligresa china, primero se santigua. Luego dice en un inglés a lo “indio”: “Santidad, ven, no te marches, no traiciones a los … ñiños de China…..
La comunicación no verbal de la feligresa china es de súplica extrema, como cuando alguíen que está ahogándose se agarra a una mano que considera que es su tabla de salvación.
El desprecio satánico no es por que lo agarra, es por lo que le “SUPLICA”
No voy a escribir lo que sé de Bergoglio, porque no se publicaría. Pero he visto la foto revestido de tal guisa. Pueden imaginárselo que aciertan.