Debido a la gran repercusión que están teniendo esta serie de vídeos publicados en Youtube y que se han hecho popularmente conocidos con el nombre de ‘Expediente Royuela’, hemos decidido ponernos en contacto con sus autores para que nos expliquen y nos detallen un poco más las circunstancias que rodean a todo este asunto. Pero no para que nos cuenten lo que ya cuentan en su canal de Youtube, nuestra intención es conocer de primera mano cómo han conseguido hacerse con una documentación tan grande y tan comprometida y el por qué de su difusión.
Tanto Santiago como su padre, Alberto Royuela, nos han atendido con una gran amabilidad y no han tenido ningún inconveniente en contarnos todos los pormenores de esta historia. Como verán, no hicieron falta demasiadas preguntas porque ellos mismos iban resolviendo con su relato cualquier duda que pudiéramos tener.
Debido a la gran cantidad de información que nos han transmitido, vamos a publicar esta entrevista en varias entregas.
Hola Santiago, ¿cómo surge todo esto y de qué forma conseguisteis haceros con una documentación tan sumamente grande y tan comprometida?
La mafia que nosotros estamos denunciando apunta al fiscal Carlos Jiménez Villarejo, que había sido Fiscal Jefe en Cataluña, y a José María Mena Álvarez, que había ocupado también ese mismo cargo. Ellos habían pertenecido a “Bandera Roja”, a la extrema izquierda. Y el tema es que como mi padre era de extrema derecha, se la tenían jurada. Solo hay que ir a ver la prensa y leer cómo a mi padre se le detuvo por el asalto al Banco Central en Barcelona el 23 de mayo de 1981.
También detuvieron a mi padre por la bomba que se puso en la revista “El Papus” el 20 de septiembre de 1977 sin que mi padre tuviera nada que ver con esos asuntos. Después mi padre se dedicó a las subastas judiciales y no tenía más que denuncias o las subastas paralizadas y los abogados le decían que eran los fiscales que les instigaban.
Es decir, tenían contra él, por decirlo así, una especie de exagerada rivalidad política.
Más o menos, aunque mi padre no le dio demasiada importancia. En lo único que le repercutía todo eso era en intentar dar una mala imagen de él y nada más. Pero esa mafia existía. Mi padre había pertenecido a la Guardia de Franco y a los servicios de información, por lo tanto tenía camaradas y era conocedor de algunas cosas.
Debido a la guerra, a dos hermanos de mi padre se los llevaron a Rusia, eran comunistas y estaban muy relacionados con el poder en la Unión Soviética, por tanto ellos eran conocedores de ciertas circunstancias de Jiménez Villarejo y Mena Álvarez que no eran demasiado conocidas en España. Fueron los que contaron a mi padre que ambos fiscales militaban en ‘Bandera Roja’.
¿Y a partir de ahí?
A pesar de eso, mi padre no quería darle más importancia al asunto. Pasó el tiempo y mi hermano Javier se enganchó a las drogas, tuvo dos sobredosis por las que estuvo a punto de fallecer hasta que un día nos avisan que había fallecido. Estuvimos buscándolo todo el día porque había desaparecido y de golpe nos enteramos que habían encontrado a mi hermano muerto. Fue una guardia urbana, que era amiga nuestra, la primera en informarnos sobre lo que le había sucedido a mi hermano, fue en el año 1993.
Pero lo sorprendente fue que cuando accedimos al atestado policial nos encontramos con la desagradable sorpresa de que decía: “Varón no identificado de raza árabe”. Y eso fue algo que nos llamó mucho la atención puesto que mi hermano llevaba el DNI, pero es que, además, cuando fuimos a comisaría nos dijeron que nos habían estado llamando a nuestra casa. Eso nos sorprendió más todavía, si ellos decían que era un varón no identificado, ¿por qué nos decían después que nos estaban llamando a nuestra casa?
Además, cuando el asunto llegó al juzgado también constaba aquello de “varón no identificado de raza árabe”. Aunque se armó un jaleo, la cosa quedó ahí, como algo extraño pero también como una mala praxis del juzgado.
¿Y después?
Las cosas siguieron pero mi padre sabía que había un servicio secreto del PSOE y que Mena y Villarejo estaban implicados. Con el tiempo pudo hacerse con algunas notas, pero eran de algunas cuentas bancarias. Pero mi padre decidió interponer una denuncia porque a través de Interpol recibió una documentación en la que figuraban unos cuántos magistrados que tenían cuentas bancarias en Venezuela.
El juzgado no quiso admitir nada a trámite, incluso intentaron hacer pasar a mi padre por loco, pero le hicieron un test en el que salió todo normal, se demostró que mi padre no estaba loco. Con el tiempo, ahora lo podemos decir porque tenemos las pruebas, supimos que Mena había influido en aquel asunto para que las cuentas fueran tapadas y mi padre fuera condenado a 18 meses acusado de haber hecho una denuncia falsa. Las pruebas tenían que llegar de Venezuela y no fueron aceptados, lo dramático y extraño es que el juez venezolano encargado de enviar aquellas pruebas acabó teniendo un accidente y murió al cabo de dos o tres semanas.
La condena de 18 meses quedó en nada puesto que al ser menos de dos años y al no tener antecedentes penales ya sabes que no se cumple.
¿Y cómo evoluciona todo?
Sin novedad hasta el año 2005 en el que mi padre se encuentra con un antiguo camarada suyo, Fernando Durán Salmerón a quien mi padre cuenta los problemas que tenía con la justicia y las persecuciones que estaba sufriendo. Su camarada le cuenta que él es cuñado de Carlos Morín, que tenía unas clínicas abortistas, y que el fiscal Mena era socio suyo de esas clínicas, aunque no figuraba legalmente como tal. Además, le dice que el fiscal tiene un despacho en una de las clínicas y que allí guarda mucha documentación. Ese despacho estaba cerrado con llave y solo podían acceder tres personas, era imposible hacerse con esa información. A pesar de ello, de vez en cuando pudo ir consiguiendo alguna nota.
Pero por cosas del destino, al cabo de unos años salta uno noticia desde una televisión extranjera, creo que danesa, en la que se destapa que en las clínicas de doctor Morín se estaban practicando abortos de una forma cruel e incluso se estaban saltando la ley practicando abortos en avanzado estado de gestación, incluso de 7 y 8 meses.
Debido a esas informaciones, las clínicas de Morín son denunciadas en el juzgado, denuncia que llega también a manos de Mena. Mena informa a Morín de la denuncia y le pide que destruya toda la información que le vincule a él y toda la información que tenía guardada en aquel despacho cerrado.
Entonces se entera de todo tu padre…
Sí, las personas a las que se encargó destruir toda la información llaman a mi padre informándole de todo y lo hacen antes de destruir la información. Fue entonces cuando mi padre decidió comprarles toda esa documentación por 80.000 euros.
Después de comprar la documentación se la lleva a Perpignan, a Francia y realiza tres periciales caligráficas para comprobar la letra de toda la documentación. Para ello utilizamos documentos oficiales que Mena había escrito de su puño y letra, como prueba de contraste. Cuando conseguimos esa documentación fue cuando pudimos comprobar que a mi hermano Javier le habían asesinado. En este caso no fue Mena el autor, ni siquiera dio la orden, pero pudimos comprobar que lo que sí hizo fue tapar ese crimen.
Pero lo grave es que, aparte del asesinato de mi hermano aparecen 800 asesinatos más, además de tráfico de drogas, cohecho, prevaricación, tráfico de influencias…
¿Y qué hizo tu padre?
Pues después de comprobar todo, mi padre puso una querella contra el Fiscal Mena en el Tribunal Supremo. Después de ponerle la querella le fuimos interceptando notas, puesto que mi padre le puso “topos”. En esa notas descubrimos que Mena estaba chantajeando a cuatro magistrados de la sala. También nos hicimos con notas que dirigía al Fiscal General del Estado y a fiscales de otros juzgados diciendo que tuvieran cuidado porque habían imitado su letra y lo único que querían era acabar con su carrera.
En este caso lo habrían tenido muy fácil, tal y como hicieron con el asunto de Venezuela podrían haber denunciado a mi padre por presentar una denuncia falsa, pero no lo hicieron. El hecho es que finalmente y debido a la intervención de muchas personas de gran relevancia tanto de España como de Sudamérica, consiguió que el presidente Zapatero intercediera por él. Para hacerlo, deciden jubilarlo. Al ser jubilado ya no es aforado, por lo tanto ya no es competencia del Tribunal Supremo y se inhiben.
Enlace a la página http://www.javierroyuelasamit.com/
Enlace al canal de Youtube Santiago Royuela Samit
Hasta aquí la primera parte, seguiremos publicando más entregas en los próximos días.
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Enhorabuena POR SU VALENTÍA, al publicar esta información.
Me gustaría contactar con estos señores… En el apartado CONTACTO de su Web ponen que son los responsables de la misma, y que se puede cotactar con ellos, pero no aparece ningún correo electrónico, teléfono, apartado de Correos o forma de poner llegar a ellos…
Gracias anticipadas.
(Les autorizo expresamente a facilitarles mi correo electrónico. El objeto de mis pesquisas es el señor BELLOCH, y otros personajes de la farándula nacional…).
O, si por casualidad leen este comentario, mi correo electrónico es el siguiente: correo@ramirograu.com
Gracias antcipadas.
Creo que este expediente es muy impotante, y antes de que desaparezca, o lo hagan desaparecer, DEBERÍA SER PUBLICADO POR ESCRITO, EN FORMA DE LIBRO.
Hoy en día, y gracias a AMAZON, por ejemplo, es casi imposible, o totalmente imposible, IMPEDIR LA DIVULGACIÓN DE UN TEXTO…
Ya que el sistema judicial español está irremediablemente corrupto y aprovechando que ya presentaron querella ante la sala 2ª del Supremo, los sres. Royuela, deberían ya plantearse seriamente presentar una demanda bien elaborada por abogados expertos en derechos humanos ante el tribunal europeo de Estrasburgo, explicando todo el entramado criminal y adjuntando la documentación probatoria de los hechos.