El día de ayer, 14 de enero, se conocerá a lo largo de los años, como el primer día de la “era Sánchez”, una vez legitimada su presidencia con unas segundas elecciones y mediante un gobierno de coalición. Toda su parafernalia posterior al primer consejo de ministros, con “foto de familia” incluida, ha sido estudiada al milímetro tanto en el fondo como en las formas, muy especialmente para su comparecencia ante los medios de comunicación, a quienes después de haberles despreciado durante largo tiempo, les ha tratado como “un padre bueno” que se preocupa por su trabajo y les promete materia durante los 1400 días que pretende que dure su legislatura.
Sánchez, ha comenzado su gobierno, entrando en el mismo como si fuera “un elefante en una cacharrería”, como lo demuestra el hecho de que ha modificado los días de celebración de las reuniones del ejecutivo y ha cambiado determinadas “costumbres” de los gobiernos, como puede ser esa “promesa” de hacer un análisis de situación y de país, cada cien días. Eso sí, en la sala de prensa de Moncloa y no en el parlamento, lugar en donde correspondería hacer ese análisis permanente de su gestión.
El presidente de este gobierno de coalición , durante su comparecencia ante los medios, ha pretendido dar la imagen de ser algo así como un CEO de una gran empresa del siglo XXI, cambiando formas, maneras de gobierno, queriendo dar la impresión de que su “gestión”, será otra cosa. Sinceramente, parecía un presidente de un gran banco, el día que se celebra la Junta General de Accionistas, en donde regala todo el “oropel” posible a los asistentes, con obsequio previo a la entrada, para que interviniendo sin contestación posible a sus palabras, luego hacer lo que le dé la gana.
Por lo visto, se puede decir que está legislatura que comienza, se caracterizará por el hecho de que España, se moverá al estilo Sánchez, con una estrategia de “cajas chinas”, es decir, formas bonitas, palabras variadas con un solo mensaje, para hacer lo que quiera, incluso colar aspectos legislativos que le interesen, de tapadillo por la gran cantidad de noticias que va a producir y que si la oposición no lo remedia, pueden pasar desapercibidas para la sociedad, hasta que hayan salido publicadas en el brazo ejecutor del BOE.
Para ello, Sánchez que puede decirse que en su gestualidad ha demostrado cierta chulería, soberbia y prepotencia, tanto hacia los medios como hacia la oposición, a la que ofrece diálogo, pero acusa de ser los “bloqueadores oficiales del estado”, si no llegan a acuerdos en los grandes temas, como la renovación del CGPJ o del Tribunal Constitucional, o la renovación de la dirección y consejo de RTVE, cuenta con un elemento importante para que además de hacerle el trabajo sucio ante la sociedad, le controle hasta el último departamento del gobierno, siendo en realidad quien maneje las piezas , como si figuras del tablero de ajedrez se tratara. Este elemento, no es otro que su jefe de gabinete, su secretario de comunicación y el nuevo responsable de un departamento de ideas y estrategias de país de cara al futuro, el guipuzcoano Iván Redondo, su hombre de cabecera y su chico para todo.
En este sentido, hay que decir que Sánchez cuenta con la gran ventaja de que su “hombre de confianza”, conoce perfectamente las estructuras de comunicación y los modos y maneras de la oposición, dado que ha sido “asesor” de Xavier García Albiol durante su etapa en la alcaldía de Badalona, así como el asesor de cabecera del anterior presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, razón por la que los populares, tendrán que espabilar mucho en materia de comunicación y de transmisión de mensajes a la sociedad, uno de sus puntos débiles desde tiempos inmemoriales.
Poco más queda por decir de este primer día de la “era Sánchez”, puesto que en el capítulo de medidas, salvo el cambio de día para la celebración de reuniones del gobierno y “consejillo” de subsecretarios, la subida del 0’9% de las jubilaciones, así como el nombramiento de su hombre de confianza como “chico para todo”, solo hemos sabido que considera idóneo que la propuesta de nombramiento para Fiscal General del Estado en la persona de Dolores Delgado, salga adelante porque es una persona de reconocido prestigio, sin importarle que haya concurrido como independiente en las listas socialistas al congreso, saliendo como diputada y además a quien ha sugerido que actúe con toda “la independencia” posible en su nuevo cargo.
Así ha sido, este primer día de decisiones de Pedro Sánchez, que continuará este viernes con un consejo extraordinario, pero lo cierto, es que ya podemos acostumbrarnos a su “nueva era”, o estaremos más perdidos que “un pulpo en un garaje”. Lo cierto es que se presenta una legislatura no sabemos si corta o larga, pero que promete ser intensa por cómo se va a producir y preocupante por lo que se va a generar, razón que, acogiéndonos a aquel dicho famoso de Alfonso Guerra durante el inicio de su mandato en 1982, nos preguntamos, ¿conocerá a España la madre que le parió?
Sinceramente, creo que no.
TODAS LAS REDES SOCIALES DONDE PUEDES ENCONTRANOS, HAY QUE ESQUIVAR LA CENSURA