Se celebraba el pasado viernes 24 de enero la marcha por la vida en Washington, Estados Unidos. Evento que viene sucediéndose año tras año, ha sido de especial relevancia dada la participación en la misma del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Presidente que pronunció un discurso absolutamente comprometido con la defensa de la vida (y avalado por hechos concretos) que no pronunciarían ni los mismos obispos.
La concurrencia enorme de asistentes ha dejado imágenes increíbles, que son fiel reflejo de una sociedad activa, movilizada por causas nobles como la defensa de la vida.
Relevante es también que, apenas dos días antes, se celebrase por primera vez el Dia Nacional de la Santidad de la Vida. En naciones como España, es comprensible que estos hechos sorprendan, pero el país norteamericano tiene una gran tradición de movilizaciones. Sin movernos mucho del calendario, se recordaba a Martín Luther King, en su día, el pasado 20 de enero.
Es interesante observar la trayectoria que lideró el reverendo King, pues, aunque no estuvo ausente de fracasos y derrotas parciales, hoy podemos recordarle y hablar de él porque su figura tiene un gran eco en la actualidad. Gracias a gente como él, personas asentadas en una profunda fe en Dios y aliadas entre sí mostraron como una sociedad civil moralizada y activa puede conseguir que primero en 1964 se aprobase la Ley de los derechos civiles y al año siguiente, en 1965, la Ley de los derechos de voto (para la población negra).
Es comprendiendo ese ser vivo, activo y organizado del pueblo norteamericano cuando encontramos la clave para defender causas como la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Y es esa misma sociedad, la que ahora lucha por revertir los aproximadamente 63 millones de abortos que la sentencia Roe vs Wade a provocado desde 1973.
Sin embargo, el drama español del aborto, aunque por cifras sea inferior, es muchísimo más grave pues prácticamente no se mueve nadie en su reversión. Recientemente, finalizando el año 2019 hemos conocido las cifras de ese drama en 2018:
- Según el informe anual elaborado por el ministerio de sanidad español, en 2018, el 20,3% de los niños concebidos no nacidos acabó abortado.
- De las mujeres que abortaron, la inmensa mayoría no había sufrido ni violación, ni padecía riesgo alguno para su salud o tan siquiera vivía en un entorno de pobreza.
- En 2018, la cifra total de abortos fue de 95.917 bebés.
- El 27.5 % de las que abortaron tenía más de 30 años.
- El 90,44% de los abortos son a petición de la mujer sin esgrimir más causa que la de que quieren abortar.
- Mas del 90% de los abortos se realizaron en clínicas privadas, lo que constituyó por otra parte, un inmenso negocio para éstas.
- La mayoría de los abortos que se realizaron en España se hicieron n mas de 23 semanas de gestación.
- Desde 1985, año en que se legalizó el aborto en España hasta tan sólo el año 2013 se han realizado entre 1,7 y 1,9 millones de abortos, cifra que lejos de descender se ha confirmado en una media de 100.000 al año, provocando que, en la actualidad, en España, se hayan practicado ampliamente más de 2 millones.
- Por último, a nivel mundial, desde que a partir de los años 60 y 70 se fue legalizando EL aborto, en el mundo se han abortado a mas de 1400 millones de bebés, cifra que es el equivalente, de forma aproximada a toda la población de China.
De estos datos, la sociedad española, debería sacar las oportunas consecuencias y actuar para que un día, en esta vieja piel de toro, podamos dejar de decir el famoso I have a dream (tengo un sueño) de Martin Luther King viendo como realidad lo que al otro lado del Atlántico están cada vez mas cerca de conseguir. Pero entre Estados Unidos y España, hay mucho mas que un océano de distancia.
Clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, oh, Señor santo y verdadero, ¿esperarás para juzgar y vengar nuestra sangre de los que moran en la tierra? Apocalipsis 6:10
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