Lo que está sucediendo en España desde que ha tomado posesión el gobierno socialcomunista (compuesto por 23 personas; un individuo presidente; once individuos ministros y 11 individuas ministras) es como para echarse a temblar. Lo primero que se advierte es que la tan cacareada, injusta y estúpida paridad que la izquierda propugna (cuando lo que debe imperar es la preparación y capacidad) no es aplicada en este caso pues para ello la suma de todos debería ser par y no impar. Y ello denota claramente que la mentira presidirá -como hasta ahora- casi todos sus actos.
Pero lo que se vislumbra es aún más grave porque los 23 citados, parece que quieren emprender ciertas presiones- o acosos- a los discrepantes para entorpecer su legítima labor de oposición. De momento ahí están con el “pin parental” que significa simplemente (a pesar de ese nombre estrafalario) lo que con toda claridad señala la Declaración Universal de Derechos Humanos. Y que también consagra nuestra Constitución en su artículo 27.3 estableciendo que “los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.
Pero hay más aún: El acoso permanente a la Ley de Reforma Laboral que tan buenos frutos ha dado en los últimos años; el acoso a la Fiscalía nombrando a Dolores Delgado para Fiscal General del Estado; el ninguneo por parte de Carmen Calvo a la RAE por haber dicho que el lenguaje de la Constitución es gramaticalmente impecable; el mantener conversaciones con catalanes condenados e inhabilitados, despreciando los deberes del Gobierno de la Nación en preservar los valores que propugna el artículo 2 de la Constitución.
Sin olvidarnos de las presiones a los jueces y actos contra algunas comunidades autónomas como Andalucía para entorpecer su intachable trayectoria. Mal comienzo éste, que, de seguir así, nos llevará al abismo.
TODAS LAS REDES SOCIALES DONDE PUEDES ENCONTRANOS, HAY QUE ESQUIVAR LA CENSURA