Poca gente ha habido, en los últimos años, que haya atacado tanto a PRISA como lo ha hecho Pedro J. Ramírez. Pero en las últimas fechas y por arte de magia, parece ser que Pedro J. quiere convertir tanto ‘El Español’ como a sí mismo en un engendro que sea lo más parecido posible a PRISA.

Y nos explicamos. Tras la llegada de un nuevo amor a su vida, llegada que curiosamente casi a coincidido con la llegada de Pedro Sánchez al poder, a Pedro J. le han debido llegar cantos de sirena en forma de publicidad institucional, una subvención pública camuflada a los medios de comunicación, y se ha aliado con quien antes no se habría sentado ni a tomar un café.

Debido a ello se ha convertido en un habitual del izquierdista recalcitrante Xabier Fortes en TVE y del sectario programa La Sexta Noche. Y no lo ha hecho para hacer contrapeso en el debate a la extrema izquierda dominante, lo ha hecho para encamarse con el poder y rascar un poco más de generosidad institucional en forma de billetes de la que ha tenido hasta ahora.

Podrá contra las milongas que quiera, pero nosotros no hemos nacido ayer y cual Darth Vader del periodismo hispano se ha pasado al lado oscuro sin complejo alguno, aunque después nos pretenda vender alguna milonga de vez en cuando. Y esto es algo que no solo vemos nosotros, se ve hasta desde la China y lo ha dejado Hermann Tertsch como respuesta a una ofensa de Ramírez contra Vox.

“En RTVE en el programa de apertura del Congreso dice PedroJota “con lo mal que nos cae a todos Vox” y causa las risas de todos los tertulianos. Esto al tercer partido del parlamento. Cuando sea el primero algún que otro pedrojota matizará su aversión”.

A buen entendedor, pocas palabras le bastan y somos muchos a los que no nos hacen falta demasiadas palabras para entender qué es exactamente lo que busca Pedro J. Ramírez. Y eso que busca ahora que gobierna el PSOE, será lo mismo que busque cuando gobierne Vox. Y tranquilos, Pedro J. no tiene un pelo de tonta, ya irá pegando un nuevo bandazo sin que parezca que nadie se entera. Nosotros sí te lo recordaremos, querido chaquetero.