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Dejé la tele puesta, normalmente no la veo, mientras me afeitaba, aprovechando el larguísimo corte publicitario en un episodio de la serie; mil veces repuesta, Doctor House, a la vez que maldecía la cuchilla con la que lo hacía, escuché el nuevo anuncio publicitario sobre las cuchillas de afeitar que hasta enero pasado estuve utilizando. Seguro que la gran mayoría de hombres, saben a que fabricante de cuchillas me refiero.

Fue en enero pasado, más o menos, cuando una multinacional norteamericana con importante cuota de mercado en España, lanzó un anuncio publicitario en televisión, plegándose de vergonzosas maneras en favor del movimiento Me Too y en general a favor del feminismo radical que hoy padecemos. Algo parecido a lo que ha pasado recientemente con Plácido Domingo, con la diferencia que en este caso era contra una persona y en aquel contra todo un colectivo, los hombres, que son los que consumen el producto de esa multinacional y al que hacía referencia el anuncio y a pesar de tratarse de maquinillas de afeitar, de consumo masculino. Aunque es cierto que el anunció tuvo importantes contestaciones en redes sociales, además de los habituales en bares y taberna, también es cierto que nadie con responsabilidades en la sociedad, tibios en general y demás comedores de lo correctamente político, se dejó notar en sentido contrario al mismo, por mucho que le rechinara.

Sin embargo, a partir de ese momento, si hubo unos sitios en los que la emisión del anuncio fue determinante; los estantes de tiendas y supermercados donde se exponía el citado producto, al final de la jornada de ventas, permanecía casi inalterado, casi había la misma cantidad de producto que cuando se iniciara el día. Contrariamente, las cuchillas de otras marcas de venta mucho menor, aumentaban sus ventas.

En la medida que lo permite en una gran multinacional como es la que se trata, muy lentamente, todo el engranaje de la misma, comenzó a girar para deshacer el gravísimo error cometido -espero que hayan roto el contrato de publicidad con la empresa de tal desaguisado o despedido, si es el caso, al empleado responsable- hasta llegar al spot publicitario que he escuchado hoy, mientras me afeitaba con unas cuchillas a las que mi piel no acaba de acostumbrarse, y que ha sonado a música de Ennio Morricone en mis oídos.

Los responsables o los alentadores de esta iniciativa pasaron un “pequeño” detalle por alto. Se les olvidó que todo el dinero que recibe el movimiento mencionado o el del feminismo radical, o es público o es de oscura procedencia, además de que no tienen que presentar cuenta de resultados a sus accionistas. La empresa de cuchillas, quizás la número uno del mundo en estos productos, es una empresa privada que, si no da beneficio, estaría obligada a cerrar. En los Estados Unidos conocen muy bien el binomio expresado, allí la subvención para mantener empresas que solo generan perdidas no existen, si la hubo, en algún momento seguro que alguien acabo en la cárcel.

Sin darnos cuenta, la Gillette nos ha hecho en España, país laboratorio, una encuesta entre los que se afeitan, para saber los que admiten la criminalización del hombre solo por el hecho de serlo y los que no. Han votado sin que nadie tuviera que señalarse, sin delatar su identidad, desde el anonimato, sin la más mínima presión y sin lugar ni para la tibieza ni la corrección política y el resultado es “que la mayoría de los hombres no comparten el discurso del feminismo rabioso”.

TODAS LAS REDES SOCIALES DONDE PUEDES ENCONTRANOS, HAY QUE ESQUIVAR LA CENSURA

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Faustino
Terminadas mi obligaciones genéticas; lo de cultivar los árboles, garantizar la continuidad de la especie y escribir un libro, me dedico a darle voz a todo lo que me descuadra en mí de rededor, muy especialmente la falta de justicia en su más alto concepto. Cuando no lo hago, escucho la voz de mi padre que me recuerda que "nunca se ha escrito nada de ningún cobarde". como apenas puedo dar voz, escribo pequeños textos para intentar suplir "mi afonía" y además me esfuerzo intentando que lleguen a la gente. Tengo infinidad de escritos publicados en "círculos menores" He sido pregonero de la Semana Santa de mi ciudad, Tomares. He publicado la novela; Costalero de Sevilla, Mi blog personal es Incorrectamente Político, encabezado por una foto de George Orwell y su más célebre frase: Periodismo es publicar aquello que alguien no quiere que publiques, todo lo demás son relaciones públicas.

1 Comentario

  1. Los hombres nos estamos DEJANDO PISOTEAR POR EL FEMINISMO RADICAL, sin decir nada…

    Es verdad que hay un mínimo porentaje de hombres maltratadores, pero también es verdad que hay un mínimo porcentaje -quiero suponer- DE MUJERES HIJAS DE PUTA,

    y por eso no las ponemos a todas en el mismo saco.

    ASí de claro.

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