No hay cosa peor en el mundo que quien aparece, cuando algo sale mal, y te dice el famoso: te lo dije. Pero si esos sienta mal de por sí, mucho peor sienta si el protagopnista de la frasecita se llama Manuel Valls y se la dirige a Albert Rivera el mismo día de su dimisión.

Gracias a Valls, recordemos, Barcelona “disfruta” de una alcaldesa como Ada Colau y un tipo como este, que apoya a los comunistas de Colau, va dando lecciones por el mundo e insultando de forma continua a Vox, a sus dirigentes y a sus militantes. Pero además de todos esos males, hoy hemos descubierto otro en Valls que le convierten en una persona todavía peor de lo que nos parecía: le gusta hacer leña del árbol caído.

De Rivera se podrá decir lo que su quiera pero es de los pocos políticos españoles que, tras un mal resultado, no solo lo reconocen, llegan incluso al extremo de dimitir y abandonar la política. Es evidente que algo así, personajes como Valls no lo harían nunca porque en cuanto no le aguantaron más en Francia se vino corriendo a España.

Y lo peor es darnos cuenta que Valls todavía no se ha enterado de los motivos por los que no le aguantan en Francia y por los que no le aguantamos en España desde que llegó. Evidentemente es que él es así. Un traidor y un miserable que hace leña cuando el protagonista ha asumido su responsabilidad sin echarle la culpa a nadie. Ese, Manuel Valls, es uno de los más grandes errores de Rivera, puso su confianza en un traidor.