Tras la entrevista que nuestro colaborador y director de “Hispanidad Católica”, Javier Navascués, concedió al programa ‘Espejo Público’ de Antena 3, nos atiende amablemente para valorar su experiencia particular y sobre el juego sucio que hacen las televisiones en general. Javier Navascués es un periodista que lleva años hablando con mucha claridad en defensa de los derechos de Dios y de España.
- Hola Javier, ¿cómo valora su paso por el programa ‘Espejo Público’ el pasado miércoles?
- Fue muy positiva porque pude expresar con claridad algunas de las ideas claves sobre la figura de Franco. La primera idea es que establishment de las televisiones ha impuesto que todo el mundo tiene que ser antifranquista y no solo eso, también anti, lo que llaman, extrema derecha, anti-Vox. Los “defensores de las libertades” imponen el pensamiento único y todo el mundo tiene que ser “antifascista”, “feminista”, “proaborto”, “pro ideología de género”, etc… Y todo el que se oponga a ello es un “carca retrógrado” que no tiene derecho a opinar en lo que llaman una “democracia moderna”. La segunda idea que pude decir es que Franco era una persona muy querida con los españoles y era muy querido porque nos dio 40 años de paz y bien con una gran justicia social, con unos índices bajísimos de paro, con seguridad ciudadana y, en general, los españoles vivían felices y sin soportar las lacras del paro, la inmigración descontrolada, la inseguridad y el desprestigio de la política. Tras 40 años de marxismo cultural y de ingeniería social anticristiana, ese personaje histórico tan querido por los españoles ha sido equiparado a los mayores genocidas y criminales de la historia, manipulando por completo la figura de Franco y su persona y un periodo importante de la historia de España. Luego ya cuando entraron los contertulios me bajaron el volumen del micrófono a menos de la mitad y esto unido a que oía con retardo, un segundo más tarde, y que me bombardeaban con ideas y, sin tiempo para responder, me volvían a bombardear con otras ideas, no pude refutar todas sus sandeces, una por una, con la precisión y rigor que hubiese querido. Pensemos en la entrevista masaje que pocas horas antes habían tenido con Pedro Sánchez donde, con un profundo respeto y sin interrumpirle, le dejaron expresarse con todo el tiempo y sosiego del mundo. Esta es la “objetividad” del periodismo en España.
- Mucha gente opina que un caballero como usted no debería acudir a estos medios de prensa canallesca.
- Entiendo su punto de vista y, en cierta manera, respeto y comprendo si alguien por principios no quiere pisar en la vida un plató de estos medios manipuladores. Pero yo considero que estos medios masivos son un gran púlpito para llegar a cientos de miles de personas que están hartas de la superioridad moral de la izquierda, que en una especie de “diez mandamientos laicos”, nos imponen lo que está bien y lo que está mal. Estuve en el estudio en todo momento con una gran serenidad y paz en el alma. Tenía la certeza moral de estar defendiendo con veracidad los Derechos de Dios y el honor de nuestro glorioso caudillo. No me afecta lo más mínimo que me intenten ridiculizar pues no ofende quien quiere, sino quien puede y es muy atrevida la ignorancia. Un espectador inteligente, que ve todo con perspectiva, podrá captar con nitidez meridiana quiénes son ellos y las ideas que defienden y quien soy yo y cuáles son mis principios.
- ¿Cree que le volverán a llamar en otra ocasión?
- Esta es mi quinta participación en un medio masivo a nivel nacional. Siempre que acudo soy consciente de que puede ser la última y de que yo, con las ideas que defiendo, soy un ultra para ellos y alguien maldito e incómodo en este pesebre democrático de pensamiento único que se han montado. Por un lado creo que no es descabellado que me vuelvan a llamar porque doy la “carnaza” que necesitan y el blanco de sus iras, soy el recipiente ideal para vomitar su odio. Sé a dónde voy y dónde estoy jugando y, de momento, me conviene ir por varios motivos. Pero, por otro lado, pienso que los grandes ideólogos de estos programas no tienen un pelo de tontos y son conscientes de que si me dan mucha cancha puedo desmontarles su tinglado y abrir los ojos de muchos españoles. Yo tengo la conciencia muy tranquila y, cada vez que voy a un programa, voy a rezar al Santísimo Sacramento, pidiendo a Dios que me de claridad meridiana de mente para defender la verdad y la fortaleza necesaria para desafiar con paz imperturbable todo el odio y toda la saña que descarguen contra mí.
- ¿Cómo valora que medios como ‘El Diestro’ se hagan eco de su intervención?
- De la misma manera que la mayoría de medios masivos tienen ideas diametralmente opuestas a la unidad de España, su esencia católica y sus ideas tradicionales, también hay motivos de esperanza porque en los últimos años están surgiendo paginas web excelentes que, con sentido común y rigor periodístico desmontan todas las grandes mentiras que nos cuentan los medios masivos. ‘El Diestro’ es un claro exponente de ello porque lleva una trayectoria impecable informando con rigor y comentando lo más noticiable de la actualidad política española con una cosmovisión que refleja el sentir de muchos españoles de bien. Además, cuando descubrí a ‘El Diestro’ por primera vez me llamó la atención ese sutil juego de palabras entre el protagonista de la Fiesta Nacional, el torero, y las ideas de derecha. Lo empecé a leer y me di cuenta de que había artículos con mucha enjundia y que no dejaban títere con cabeza, machacando todas las patrañas del “matrix progre”.
- Pero muchos pueden pensar que medios como ‘El Diestro’ son muy pequeños y tienen una influencia limitada.
- A los que piensan esto les diría que hay estudios de mercado que demuestran que cada vez hay una tendencia mayor a que el ciudadano medio, harto de las mentiras de la prensa oficial, busque información por internet en medios como ‘El Diestro’ que cuentan la verdad y son mucho más creíbles que las típicas rotativas como ‘El País’ o ‘ABC’…
- Además de ‘El Diestro’, ¿qué otros medios recomendaría?
- Sin duda ninguna ‘El Correo de Madrid‘ porque da una información exhaustiva de la comunidad autónoma madrileña, pueblo por pueblo, y esto es algo que agradecen mucho los madrileños. Además, cuenta con importantes firmas que, al igual que ‘El Diestro’, pero con una pequeña diferencia de matices, defienden los grandes ideales de la España conservadora, de la España tradicional. A nivel religioso destacaría a ‘Infocatólica‘, como una de las páginas católicas más serías y creíbles de temas religiosos. Para el numeroso público de la Hispanidad, sin duda ‘Hispanidad Católica‘ es una referencia pues solemos dar los temas más atractivos, visualmente hablando, de la fe católica. Hay otras páginas loables como ‘Somatemps‘ en Cataluña o ‘Dolça Catalunya‘ y por último, no me quiero olvidar de la web ‘El Español Digital‘ dirigida por el Teniente Coronel Francisco Bendala, que es una línea muy combativa y aguerrida en defensa de nuestra patria. Hay también muchos medios loables y he nombrado alguno de los más significativos.
- ¿Por qué cree que una persona tan religiosa como usted suscita tanta burla por parte de una buena parte de la sociedad e incluso odio en algunas personas, como por ejemplo, alguno de los personajes que participaron en ‘Espejo Público’ durante su entrevista?
- Me parece muy interesante su pregunta y su reflexión. Para dar una respuesta profunda, viene al caso el ejemplo de San Juan Bautista que no se “cortaba un pelo” en decirle al Rey Herodes: “No te es lícito acostarte con la mujer de tu hermano”. ¿Ya sabrán ustedes cuál fue el resultado? Le cortaron la cabeza. Lo mismo sucede hoy en día, cuando defiendes la verdad del Evangelio y la moral católica tradicional, la mayoría de los progresistas se rebela contra estas normas que son “aguafiestas” a su modo de vida liberticida y hedonista, entonces, en el fondo lo que molesta de la Iglesia es que exija vivir en castidad. Como esto no lo soportan, siempre ponen los mismos ejemplos de la pederastia, que no dejan de ser más que manzanas podridas dentro de la Iglesia. Pero que haya malos ejemplos, sean muchos o pocos, no justifica que uno cometa un acto moralmente reprobable. Si yo soy una persona honrada, por ejemplo, y creo en la honradez seguiré siendo honrado por más que vea que los demás roben.