Tras firmar su acuerdo con Pablo Iglesias, Pedro Sánchez escribía a través de su cuenta de Twitter lo siguiente: “Los españoles y españolas han hablado. Nos corresponde a los dirigentes traducir su voluntad y superar el bloqueo. Hoy el @PSOE y Unidas Podemos firmamos un preacuerdo para conformar un Gobierno progresista de coalición“.
Una vez más el presidente ha mentido como es habitual. Si se guiara por lo que, según él, han dicho los españoles, lo primero que tendría que hacer es dimitir. Pedro Sánchez nos llevó a gastar una millonada en unas nuevas elecciones por una ambición exclusivamente personal. Sencillamente pensaba que iba a arrasar y no lo ha hecho. Lo único que le han dicho los españoles es no.
Pero eso a Pedro Sánchez le da igual. Es de los que hacen trampas hasta en el solitario y de los que lanzan la moneda al aire hasta que sale lo que él quiere que salga, aunque necesite hacerlo 100 veces. Lo que le pasa a Sánchez es que, visto lo visto, le produce un miedo atroz volver a enfrentarse a las urnas ante lo que pudiera pasar y él lo único que quiere es no verse fuera de la Moncloa, caiga quien caiga y aunque lo haga incluso a costa de dormir menos pactando con Pablo Iglesias, según él mismo reconoció.
Ahora nos encontramos en la España del siglo XXI con un gobierno soviético de principios del siglo XX. Vamos a perder libertades, vamos a perder dinero, vamos a pasarlo mal y aquí para lo único que se nos va a querer es para pagar los caprichos del nuevo gobierno y del separatismo vasco y catalán. De consumarse este pacto, estamos jodidos. Parece que hay mucha gente que necesita comprobar que cuando uno pone la mano en el fuego, se quema.
En España se ignora la historia que arrastra tras de sí el comunismo y el socialismo. A pesar de que tampoco haya que irse a tiempos lejanos, ya tenemos a Venezuela y a Cuba, parece que una buena parte de la sociedad española no se cree lo que está viendo con sus propios ojos. Ojalá esos que no se lo creen sean los que salgan peor parados con un experimento comunista como el que vamos a sufrir. Y digo peor parados porque es evidente que malparados vamos a salir todos.