Franco

Hace poco asistimos atónitos a la profanación de la sepultura de Franco, y a su incautación y traslado, manu militari, a un cementerio propiedad del Estado, con un auténtico embargo y expropiación del cuerpo, sin indemnización alguna. (Y en contra de los deseos de la familia, sus herederos y descendientes legítimos, dicho sea de paso, y con ánimo de molestar, pero la verdad es la verdad).

Ahora asistimos estupefactos a las caceroladas, quema de sus fotos e insultos varios, ante la presencia del Rey y de su hija, la princesa heredera, en Barcelona, por razones que ignoramos, pues los actos correspondían al Principado de Gerona, territorio que la dudosa heredera no se ha atrevido ni a pisar, ante los consejos áulicos de la Casa Real, que ostenta también la Jefatura del Estado, por lo que dichas ofensas en realidad se realizan a la más alta magistratura del Estado español.

Parece obvio que el pasotismo de la Corona le está empezando a pasar factura, pues la realidad histórica es que Franco y la monarquía borbónica van en un mismo lote, pues fue el Caudillo quien “eligió” a esta particular y singular rama de los Borbones para ostentar la Jefatura del Estado, como sucesores suyos, a título de Reyes, postergando incluso a Don Juan de Borbón, el Conde de Barcelona, por las razones que fueren. (Y ello a pesar de que en su día se ofreció a Franco para incorporarse a las fuerzas nacionales, en un gesto que le honra, habiendo rechazado el General su oferta, por entender que su vida debía guardarse, pues podía ser muy necesaria para el futuro de España).

Franco, como buen gallego, siempre fue extremadamente cauto y previsor.

Todo esto que digo está documentado, escrito y publicado, y solo hay que acceder a las fuentes historiográficas para comprobarlo, si alguien lo duda.

Lo cierto es que nunca se preguntó, de una forma directa, clara y contundente, a los españoles si querían una monarquía o una república, sino que se “impuso” de una forma retorcida, muy al estilo de Torcuato Fernández Miranda, al votarse la Constitución en su totalidad, en bloque, e incluirse en la misma la existencia de la monarquía, con lo cual quiénes votaban sí a la Constitución, implícitamente estaban votando también a favor de los reyes borbones… designados por Franco.

Por eso se decía que después de Franco, “las Instituciones”, o que “todo está atado y bien atado”, o la magistral frase de Torcuato cuándo diseñó la caída del régimen: “De la Ley a la Ley”, sin vacíos de poder.

Más de cuarenta años después, lo cierto es que las nuevas generaciones no se sienten, en absoluto, obligados por ese referéndum nacional, en el que además no participaron, por simples razones de edad, y cada día se levantan más voces a favor del sometimiento a votación de la forma de la jefatura del estado: monarquía o república.

Y no faltan incluso voces, posiblemente minoritarias, dentro del sentir monárquico, que abogan por reyes de ascendencia carlista, o borbones más de derechas, como Su Alteza Real Don Luis Alfonso de Bobón, el hijo de don Alfonso de Borbón y Dampierre, que estos días ha dado muestras de una gran dignidad, como siempre, dicho sea de paso, y que tiene una familia católica, con varios hijos, casado con una señora que no es atea, ni divorciada, ni abortista, etc., no como otros.

En definitiva, que cuándo uno no quiere la guerra, y se rinde al enemigo, acaba cayendo en el deshonor, y al final también en la guerra, o más bien en su aniquilamiento convulsivo.

¡Dios quiera que no sea eso lo que les suceda a los Borbones en el Trono, y no lo digo por ellos, que no me importan gran cosa, sino por el futuro, la paz y la estabilidad de España!

Pero quien siembra vientos, o permite que existan, sin mover un solo dedo para evitarlos, puede acabar siendo víctima de los mismos. Ya lo dice el refrán: Quien siembra vientos, recoge tempestades.

1 Comentario

  1. Es obvio que la monarquía borbónica es el siguiente objetivo…
    Y vista la actuación media lela del rey actual, NO CREO QUE RESISTA MUCHOS EMBATES.
    ¡Estos cogen las maletas y salen corriendo hacia Estoril o SUIZA, dónde tienen bien guardados los DOS MIL TRESCIENTOS MILLONES DE EUROS que dicen tiene “ahorrados” “Papá”…, y sabe Dios de dónd ehan salido.

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