Uno de los episodios más vergonzosos que hemos vivido en la reciente historia política de España se produjo en el día de ayer. Pero no fue un episodio vergonzoso solo por la sentencia del caso de los ERE de Andalucía, el remate fue la explicación de Ábalos “Carbonerito 2º”.
Haciendo todo lo contrario de lo que hacía su padre, el torero “Carbonerito” a quien la guerra frustró su carrera como matador de toros, “Carbonerito 2º” se puso delante de los periodistas para tomarles el pelo y de paso tomar el pelo a todos los españoles. Si bien es cierto que cada vez que Pedro Sánchez tiene algún problema se esconde detrás de él y le toca intentar solventar todos sus “marrones”, no es menos cierto que lo podría hacer de otra forma, sobre todo de una forma menos ofensiva y que no se convirtiera en una tomadura de pelo para todos.


Ahora bien, olvidándonos un poco del vergonzoso papel representado por Ábalos en el día de ayer, el que ha hecho un papelón demostrando la pasta de la que está hecho no es otro que Pedro Sánchez, el cobarde. Desde que se conoció la sentencia de los ERE, Sánchez no ha dicho absolutamente nada ni ante la prensa, ni en redes sociales. No ha abierto la boca dejando bien claro que va a esperar a que escampe para evitar que unos cuantos cientos de millones de euros robados por su partido le puedan amargar una investidura.
Y eso es lo que tenemos en España, señores. Un partido en el gobierno que ha sido condenado por estafar seiscientos ochenta millones de euros, nada más y nada menos, y que se pasa por el forro dar cualquier tipo de explicación decente llegando a un extremo en el que no se dignan ni siquiera a pedir disculpas.
Pero por desgracia ellos no son los peores, peores que ellos son los que, a pesar de todo, les votan, esos sí que no tienen dignidad alguna. Y si quieren compararse con el PP y su corrupción, que sepan que al PP esa corrupción le ha costado perder más de la mitad de sus votantes. Esos votantes sí que pueden dar lecciones de dignidad, que aprendan un poquito los que todavía votan a estos cobardes.