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El partido de los trabajadores ha estado este fin de semana en buena parte de Andalucía, dando pruebas inequívocas de una fantasía “desmesurada para oyentes de una inmadurez ciudadana cuando los gobernantes ya la pagan el conjunto de la sociedad, pero se convierte en peligrosa patología cuando son los gobernantes los que incurren en esa falta de exigencia y creen que todo es posible” (editorial del Imparcial).
Aquí en Andalucía ha pregonado a los vientos imaginarios y soltando un exabrupto anunciando que rebajará las peonadas para cobrar el subsidio agrario. Ha sido en esta tierra donde este gesto ha salido de la boca del actual presidente en funciones de la España que conocemos. En el año 2018 la rebaja fue de 35 días a 20 días trabajados, pero he dado vueltas a las hojas de la prensa y no se dice que días deben trabajar los “hombres de la tierra” para cobrar esta renta de las peonadas exigidas por la voz de su amo. Del inquilino de La Moncloa.
En este mitin de Granada ha dicho Pedro Sánchez lo siguiente: “Yo me siento en deuda con los españoles que votaron al PSOE”, Lo único que le ha faltado decir, me siento identificado con las personas andaluzas que me han votado, en donde tiene una clientela y un adeudo impresionante por factores que todos los andaluces conocemos, los agrarios y los no agrarios, aunque de los primeros diré: dame pan, y dime tonto, mira por donde, lo de tonto le pondría yo listillo y aprovechado.
¿Y de las pensiones qué? No le vi, pero seguro que se tomaría un poco de agua fresca de la sierra granadina para hacer hueco en su garganta para destilar aún mejor la promesa a los nueve millones de jubilados, esto lo dice a un mes de las elecciones y cuando se está viendo que las subidas no cuadraran en las cuentas, el banco de España avisa que garantizar las pensiones requerirá “ajustes” en ingresos y gastos, cosa que ha dejado en sordina sin decir ni pio.
Recuerdo aquél vis a vis de Solbes y Pizarro todas las televisiones negaron las palabras de Pizarro de la desaceleración económica acaecida en toda Europa y gran parte del mundo, en donde España caía a mayor celeridad., cosa que se ve venir según todos los mercados económicos, y este Pedro Sánchez “perico de los palotes “se está convirtiendo en el político ciego que no ve nada, ni adivina, ni sabe lo que se nos viene encima para proclamar—como si fuese un clon del sempiterno señor de las nubes—a los vientos imaginarios a una clientela muy cómoda y manejable que todo el mundo lo está viendo con absoluta claridad. Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo. (Abraham Lincoln).
