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Si no fuera porque la política hay que tomársela totalmente en serio si queremos ser un país, comunidad autónoma o entidad local, con el marchamo de seriedad reconocida, sería para estar riéndose lo que queda del mes de agosto y la totalidad del otoño, con las declaraciones que Susana Díaz y sus compinches realizan con frecuencia sobre el gobierno de la Junta de Andalucía.
Es de vergüenza que unos políticos que han estado mal gobernando nuestra región cerca de cuarenta años, con el historial de hechos deplorables en lo cultural, económico, educativo y social, con un montante de corrupción de muchos cientos de millones de euros “distraídos” en pagos irregulares, juergas a cargo del sufrido contribuyente e incluso enchufados por millares, quieran ahora echar la culpa a los que han llegado (levantando alfombras y poniendo en orden las cosas) de todo lo que los socialistas han estropeado.
Porque de eso está tratando la actual oposición desde el primer momento: de poner piedras y confundir a los andaluces echando las culpas a los actuales gobernantes. Ahora con la listeriosis quieren echar “el muerto” al PP. Pues señora Díaz, como siempre está usted equivocada. Porque el control de la empresa donde ha surgido esta bacteria es responsabilidad del Ayuntamiento de Sevilla y en ese Ayuntamiento gobierna el PSOE y esa empresa ni tenía licencia, ni tenía controles, ni quizás muchas otras cosas.
Usted sí que ha callado mucho y durante muchos años y lo sabremos tan pronto haya sentencia sobre lo ocurrido en sus partido y Andalucía con los ERES las ERAS y … los EROS. ¡Al tiempo!
