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El pasado martes y miércoles el Congreso de los Diputados ha celebrado un pleno, que podría calificarse como inicio del curso político después del verano, pero que en realidad, no ha sido más que el último pleno y sesión de la XIII legislatura, una legislatura exigua e interrumpida en breve, por los intereses de un presidente de gobierno en funciones, que no es capaz de conformar un gobierno para España, porque no quiere y porque es tan ególatra, que solo mira por sus intereses, como si su única aspiración, fuera permanecer en Moncloa, por no tener un domicilio para residir, por haber sido embargado.
En estos dos días de actividad parlamentaria, quizás lo más destacable haya sido el discurso del popular JAIME de Olano, quien en ocho minutos de intervención , demostró porque es uno de los mejores parlamentarios del PP, hablando sobre las entregas a cuenta del dinero que deben percibir las Comunidades Autónomas y que por intereses espurios del gobierno, se retienen y curiosamente, coinciden con ese incremento del 0’5% de incremento del déficit público, que pudiera servirle al gobierno, en su afán de hacer política trilera con Europa.
Olano, demostró sus conocimientos financieros y dejó claro que este chantaje, puede colapsar los servicios públicos que pagados ya por vía de impuestos, pueden colapsar los servicios esenciales y pagos a proveedores que nos prestan las autonomías a los ciudadanos.
En la segunda jornada que coincidía con la Diada Catalana, que para Sánchez no existe, no vaya a ser que sus socios independentistas se enfaden, aunque den de leches a una periodista de TVE, por ejercer su trabajo, el presidente en funciones, desplegó un espectáculo en el Congreso que siendo honestos, daña a la democracia, al parlamentarismo y a la realidad, porque imbuido en una operación de marketing, casi durante la totalidad del pleno y sesión de control, se centró en “mendigar” su permanencia en la presidencia del gobierno, como si en ello, le fuera la vida o como si acabara viviendo debajo de un puente con su familia personal y política.
Se lo pidió a Iglesias, se lo pidió a Casado, se lo pidió al súmmum corda, pero todo su discurso era permanecer en Moncloa y como si cantara esa vieja canción “ la culpa es del Cha Cha Cha”, repartía responsabilidades y reproches a Casado, Rivera e Iglesias, olvidándose que son oposición y sin acordarse de su socio incondicional Revilla, por si le dejaba de enviar “anchoas de Santoña” y “sobaos de Macho”.
Para Sánchez, no existe el Brexit, no hay indicios de crisis económica, no hay indicios de desobediencia a la Constitución en Cataluña. Solo le preocupa permanecer en Moncloa, cueste lo que cueste, aunque esos de Bildu, tengan que ser esos socios que no lo parecen , pero que le apoyan, para seguir haciendo de las suyas en el P. Vasco y Navarra.
Aunque a algunos les pueda parecer escandaloso, el verdadero parlamentarismo de este último pleno, lo hicieron “los Pablos”, tanto Casado como Iglesias, porque demostraron que no pasan por el trilerismo de Sánchez.
Casado, con esa barba que no encaja, pero que puede llegarle al suelo si sigue confiando en sus dos partenairs del “trifachito”, sin papeles, hizo intervenciones brillantes repartiendo juego y dándole donde más duele a Sánchez, mostrando incluso una cierta complicidad con Iglesias, tal y como parecen tenerla en la vida diaria, como consecuencia de afinidades por problemas de sus descendientes.
Que nadie se asuste, pero como la honestidad va por delante, me pareció que Pablo Iglesias, estuvo brillante como parlamentario, dio juego y le dijo a Sánchez que a “reírse de Rita Pavone”, no de él. Es inteligente, buen parlamentario, dando zascas a un presidente de gobierno y espero que este elogio, no sirva de precedente o me corto la coleta periodística.
Sin pena ni gloria, más avergonzado por la calidad política de esta XIII legislatura que va a fenecer el 23 de Septiembre, haciendo de España un país desgobernado, que vive de la propaganda y de las pericias de un presidente en funciones que parece serlo eternamente, aunque solo lleva un año, nos disponemos a vivir una campaña electoral de “traca y Tezanos”, de Ferreras haciendo propaganda de la izquierda y mientras tanto, “acoquinados” por lo que viene, los que queremos soluciones, veremos a un Rivera en Babia sin aceptar el España Suma, a un Abascal que atacará a los socios del resto de la derecha por mera supervivencia y sin importarle España y a un Casado que aunque con errores, subsanables pero cometidos desde que llegara a la presidencia de su partido, como el consentir demasiado las bobadas del sorayista Alfonso Alonso, o no imponer su autoridad presidencial a unos “rebeldes que sólo quieren cargos y comer”, es la única alternativa, la más sensata y eficaz, para que de una vez, los españoles empecemos a estar tranquilos, sin sustos y taquicardias por la situación de España.
¿De una puñetera vez, el centro derecha en España se dará cuenta de que o hay unidad o nos vamos al carajo?
Como diría un clásico “si no lo ve, que Dios se lo demande”. No valen lamentaciones a posteriori.
Es bochornoso el espectáculo dado por los actuales políticos de pacotilla, Pedro y Pablo, poniendo de moda nuevamente la palabra “mendicidad” propia del siglo XVI. Primero Pablo exigiendo de más a menos y segundo Pedro, en votadme, por favor, para no perder las prebendas que da el poder.
En cuanto a Pablo Casado, muy bien en su papel de político con moderación y saber estar, pero yo le pediría dos cosas. Una personal sería que se quitara ésa barba y se buscara otros asesores de imagen y segunda y más importante que en favor de los que nos consideramos votantes suyos, sea más contundente en los asuntos de partido y tanto al Sr. Alonso, como al Sr. Feijoo y algún otro “despistaillo que pulule por ahí les ponga en su sitio y si es preciso imponga una gestora en aquellos lugares que no acaten las directrices del partido. Los votantes le estarían agradecidos y dispuestos a dar la vuelta a los resultados obtenidos