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Mientras los españoles hemos sido legendarios a través de la historia en el campo de batalla, también nuestra historia, está llena de actos deshonestos de nuestros dirigentes y políticos que han sido la vergüenza de este reino. Muy al contrario, los ingleses no han sido los mejores militarmente hablando, pero en política han sido los mejores defendiendo sus intereses.
Llevamos bastante tiempo prestando muchísima atención a todo lo que tiene que ver con el Brexit y que no es ni más ni menos que un movimiento que los británicos, soberanos de sus decisiones, no tienen muy claro si hacerlo. Todo lo que nos llega, ya viene orientado a nuestra forma de entender la política y que nada tiene que ver como la entienden en el Reino Unido.
Me ha llamado sobremanera la atención, una foto de Boris Johnson con sus papeles de los que se sirve, en una carpeta abierta sobre sus rodillas, en un banco corrido donde los ocupantes, ministros del gobierno, tienen que apretujarse, mientras defendía sus posiciones políticas, en contraste con la comodidad que nos reflejan las imágenes que cada día vemos del Congreso de los Diputados de España, en algunos casos con parlamentarios, durmiendo la mona, que envidia. Mientras en España el hecho de ejercer la política, socialmente reviste a los protagonistas de un estatus cercano al de los dioses.
Nuestros políticos tienen derecho a todo tipo de prebendas, incluida la de cobrar sin trabajar, además de tener grandes habilidades para que aquellas cosas que solo los beneficia a ellos, pasen desapercibidas al contribuyente que es quien las paga. Puedo imaginar lo que le pasaría a un parlamentario inglés que fuera sorprendido dormido en su asiento, aunque ya de antemano y por la incomodidad de los mismos, sería bastante complicado. Ya quisiéramos que nuestros políticos, tuvieran una pequeña porción del patriotismo que demuestran sus colegas del Reino Unido.
Son muchos, muchos, los parlamentarios españoles que pasan por el congreso sin dejar la más mínima huella de su paso. Eso sí, seguro que se irán, además de con los bolsillos llenos, con importantes problemas de estomago por la cantidad de voltarem, ese fármaco anti-inflamatorio para combatir la tendinitis, ya saben por la repetición en cuanto a subir o bajar el brazo en su única obligación, que es la de votar a brazo alzado y según le indique el que lo pone en la lista.
Con la que tenemos montada en España, y nuestros medios y sus voceros, muy preocupados de que nuestros problemas pasen desapercibido, se toman la libertad de criticar el debate existente actualmente en el Reino Unido con el Brexit. Cuestionando la legalidad existente en aquel país, de la que dan muestras diarias del máximo respeto a la misma. Mientras que aquí en España, el asalto a la legalidad, se ha convertido en el deporte nacional que más se practica y que mayor impunidad otorga.