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Quienes me suelen leer, saben de las simpatías que tengo por el personajillo ese de Ciudadanos llamado Alberto Rivera que se cree el rey del mambo y pretende ser la salsa en todos los guisos. De él, escribí hace un año lo siguiente: “Suele navegar por todas las aguas, según cada caso y a su antojo, e ignorando que su presencia en el Congreso es inferior al 10%.
Debería ser más leal con el gobierno” Pues esto sigue igual que antes y Rivera sigue mareando la perdiz y atacando inmisericorde al PP y a su líder Mariano Rajoy. Y lo peor de todo es que le ve el plumero. ¿Cómo es posible que esté apoyando a unos y a otros y emplee tanta fobia contra el PP? ¿Es que el PSOE no tiene pasado corrupto? ¿Porqué no esgrime los sólidos argumentos basados en la mayor estafa política y económica que ha sucedido en España en toda su historia (los ERE de Andalucía) cuyo montante económico es infinitamente superior a todo lo del PP? Pues muy sencillo; a él le gusta jugar con todas las barajas para ver si saca algo de sus colegas.
Lo último ha sido su comparecencia con motivo de la sentencia de la Gürtel para decir varias veces una gran mentira: que la audiencia ha condenado al PP por corrupción, siendo totalmente incierto. Él es licenciado en derecho y sabe perfectamente, o debería saberlo, lo que es “responsabilidad civil a título lucrativo”. Y no mentir a la gente con tanto descaro.
Si la mentira la repite tantas veces sin sonrojarse, ¿de qué sería capaz este sujeto cuando tuviera responsabilidades de gobierno? No quiero ni pensarlo.
