Manuela Carmena dejó un “pufo” económico en el Ayuntamiento de Madrid antes de abandonarlo

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Totalmente impresentable su comportamiento

En el día de hoy, el diario ‘El Mundo‘ publica una noticia acerca de la gestión económica de Manuela Carmena al frente del Ayuntamiento de Madrid que demuestra la desastrosa gestión de la alcaldesa comunista a lo largo de los años en los que dirigió el gobierno municipal.

Según esta información, Carmena ha dejado el ayuntamiento en una situación en la que podría ser muy probable que tuviera que pasar por la supervisión del Ministerio de Hacienda debido al desvío de gasto generado durante el año 2019. Poco antes de las elecciones municipales del 26 de mayo habría incrementado el gasto en unos 100 millones de euros generando un desfase de “355 millones de euros por encima de la regla de gasto y un superávit de 248, muy inferior a los 1.072 millones de euros de 2018 obtenidos gracias a la alta recaudación y la baja ejecución presupuestaria, como puso en evidencia la Cámara de Cuentas“.

Ante esta situación, fuentes municipales aseguran que es más que probable que “en el primer trimestre de 2020 haya que volver al PEF supervisado por Hacienda, como establece la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera“. Por supuesto, fuentes del anterior gobierno municipal niegan esta circunstancia y lo justifican diciendo que “lo que hace el PP es ponerse la venda antes que la herida para justificar que no cumplirá algunas promesas electorales poco realistas“.

El caso es que Carmena que iba de “sonrisitas” por la vida y de abuela “molona” parece que no era tan buena como nos la querían pintar sus medios afines y alienados seguidores. Pretendió ganar las elecciones a base de gasto desbocado y cuando las perdió demostró su verdadera cara con unas malas formas hacia el nuevo alcalde y un indisimulado enfado que demuestran cómo es de verdad esta señora.

Cara a la galería iba de tierna pero, a medida que pasan los meses y sale a luz su gestión, queda claro que la realidad de esa comunista recalcitrante era otra. Una loba con piel de cordero.

Enlace directo a la noticia de ‘El Mundo’.