Críticas en Plaza Podemos, Pablo Iglesias e Irene Montero
Pablo Iglesias e Irene Montero (OkDiario)
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Es como para callarse

Que la pareja del macho alfa, marquesa de Galapagar y heredera del trono de Podemos, Irme Montero, haga campaña para captar dinero con los microcréditos del partido, resulta un tanto chocante, por no decir que tiene demasiada guasa.

Pero que esta pareja de petulantes, Pablo e Irene, tengan la desfachatez de utilizar su “no dependencia” de los bancos como reclamo para que la gente pique y les preste dinero resulta indignante. Y más indignante le debería resultar a los militantes de Podemos después de que consiguieran su hipoteca en la “Caja de Ingenieros” con unas condiciones extraordinarias a las que no puede optar casi nadie y sí gente como ellos, “la gente”.

Pero a todo esto hay que sumarle que quien firmó esa hipoteca fue el tesorero de Podemos así, tipo Stalin con sus “dachas” que ya es que manda narices. Per la palabras “vergüenza” y “prudencia” no deben entrar dentro de su limitado vocabulario porque a esta gente les da igual ocho que ochenta, les da igual lo que pueda pensar la gente. Se lo pasan por el “arco del triunfo”.

Marquesa de Galapagar

Y llegados a ese punto, nos encontramos con que Montero, señora de Iglesias y copropietaria de la mansión de Galapagar, se dedica a pedir dinero a la gente con el mayor de los descaros. “¿Sabes por qué Podemos es el único partido que puede exigir que los bancos devuelvan los 60.000 millones del rescate? Porque no les debemos nada y nos financiamos solo gracias a tu ayuda. #LibresSíPodemos, gracias a ti. Entra en http://microcreditos.podemos.info y hazlo posible“.

Y claro, ante tanto descaro la gente tiene que saltar como es lógico. Porque no es posible que se pueda llegar hasta el punto de desfachatez hasta el que llega esta gente. No es posible que la tomadura de pelo sea tan sumamente obscena que parezca que están tomando por tontos a todos los que le piden esa “ayuda económica”. Y la gente se harta y contesta como Montero y ese partido merecen, ni más, ni menos.

 

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