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Pongámonos en el lugar de los dos

Que nadie se equivoque. Aquí no defendemos ni los insultos a nadie ni queremos fomentar la discusión entre nadie ni nada parecido. Pero por mucho que nosotros no queramos las discusiones en pareja e incluso en muchas ocasiones las palabras fuertes entre ellos, en función al hecho que motive la discusión, existen, han existido y existirán porque forman parte de la vida en pareja.

Como muchos sabrán, uno de los colaboradores del programa de La Sexta ‘Zapeando’, Miki Nadal, ha estado inmerso en un proceso de divorcio con su ex-esposa, Carola Escámez. Pero la cosa no solo se ha quedado en eso. Después de conocerse el divorcio, se supo que Escámez había denunciado a Miki Nadal Juzgado de Violencia de Género sobre la Mujer número 4 de Madríd. Debido a esa denuncia, Nadal fue condenado por un delito de vejaciones leves a su mujer y que el humorista recurrió.

Este pasado martes, la Audiencia de Madrid ratificó la sentencia. A Nadal se le condena a 20 días de trabajo para la comunidad, pero no se le concedió a Carola Escámez la orden de protección que había solicitado. El caso es que Escámez llevó como pruebas al juicio unas grabaciones de vídeo que había realizado con su teléfono móvil.

En esas grabaciones se mostraba una fuerte discusión motivada, según confesó Nadal, al haber descubierto este una infidelidad de su esposa: En la grabación se escuchaba a Nadal decir lo siguiente dirigiéndose a Escámez: “Apestosa”, “mierda”, “payasa”, “eres un montón de mierda”, “patética”, “te vas a follar con cualquiera” y “zorra”. El Código Penal considera estas expresiones punibles como cualquier otra conducta que “maltrate a una persona haciéndola sentirse humillada“.

Y estando de acuerdo con que son expresiones muy fuertes, sobre todo cuando son escuchadas fuera del contexto en el que se producen, y teniendo en cuenta que para cualquier conducta juzgada en muchas ocasiones hay un atenuante, nosotros nos preguntamos: ¿No puede ser un atenuante enterarte de que tu esposa te es infiel y cuando estás discutiendo sobre esa infidelidad ella, además, saca su móvil y comienza a grabarte?

Porque es muy cierto que los calificativos e insultos usados or Nadal son muy bruscos y muy fuertes, ¿pero y su situación personal cuando acaba de enterarse que su esposa le ha sido infiel? ¿Eso quién lo valora? ¿Está valorado cuando la condena es de 20 días de servicios a la comunidad pudiendo haber sido más? ¿Se ha valorado en algún momento lo fuerte que es que, además de enterarte de una infidelidad, la persona que comete la infidelidad grabe a la otra con el móvil cuando está en pleno enfado?

La historia es muy fuerte. Pero es tan culpable el que reacciona de esa forma como la que provoca esa reacción. Porque el hecho de grabar en móvil una discusión privada, mucho mas en un matrimonio, es también sumamente irritante. Y a todo esto, lo que hay que hacer siempre es ponerse en el lugar de los dos. En el lugar de ella, por supuesto. Pero también en el lugar de él y nada de sacar conclusiones buenistas, políticamente correctas y por el que dirán.