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Hoy, gracias a Dios, parece que comienza a disminuir el riesgo de que DANA continúe sembrando -de agua y miedo- el sureste de España. A su paso, esta traidora Depresión Aislada en Niveles Altos, ha causado numerosos estragos y alguna que otra muerte en las provincias de Valencia, Alicante, Murcia y parte de Granada y Málaga. Los desperfectos que ha causado este fenómeno atmosférico -con nombre femenino- han sido tan devastadores que muchos municipios deberán ocuparse de su reparación y solución durante muchos meses lo mismo que las administraciones locales, autonómicas y nacionales.
Y de una vez por todas, deberán acometerse soluciones de limpieza de cauces secos y la prohibición de edificar en lugares que supongan un riesgo para los bienes materiales y -principalmente- para las personas. Pero lo que si quiero destacar, con toda rotundidad, es que mientras tengamos en España a tanta gente solidaria como la que se ha ocupado de entregarse, sin condiciones, para paliar tanta desgracia, ¡¡¡España subsistirá!!!
Para no abundar en lo que de ellos ha escrito en ABC (15-9-2019) el gran Antonio Burgos, invito al lector a que lo haga para que se llene de orgullo como yo lo estoy. Y al mismo tiempo (y ahí viene el contraste) que se fije también en quien o quienes -salvo excepciones- no han querido (como sindicatos y otras muchas asociaciones feministas, ecologistas, animalistas y cuentistas) arrimar el hombro.
Y, lo que es peor, en aquellos que han aprovechado estas desgracias para hacerse propaganda electoral subidos en helicópteros (con sus buenos cascos puestos) para difundir las fotos “urbi et orbi” y hacer a continuación declaraciones repletas de autoplagios de situaciones parecidas y que luego han resultado un embuste más.
No quisiera acabar sin gritar con todas mis fuerzas: ¡¡¡Vivan los hombres y mujeres uniformados de España!!! ¡¡¡Viva la solidaridad!!! ¡¡¡Viva España!!!
