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Desde el primer momento todo han sido trampantojos, enredos y fullerías. De todo lo que ha envuelto a este tejemaneje resulta, conforme se van desvelando cosas, que no ha habido más que un cúmulo de trapacerías.

Según noticias difundidas por un medio de comunicación esta mañana, esa nave fue autorizada para zarpar del puerto de Barcelona con el fin de llevar alimentos a las islas griegas de Lesbos y Samos, pero no arribó a su destino, sino que varió el rumbo y efectuó dos recogidas de inmigrantes. Una de 55 personas en aguas de responsabilidad libia y la otra de 69 en una zona de rescate maltesa. En total 124 personas entre las que se encontraban dos críos y 30 menores de edad. Caso de que sea cierto lo divulgado esta mañana, y que su primer destino fuesen las islas antedichas, se impone preguntar que por qué cambió de rumbo. ¿Como se enteró su patrón de que había unos inmigrantes intentando cruzar el mediterráneo y en unas aguas tan distantes de su ruta como las pertenecientes a Libia y Malta?

Alguien tuvo que avisarle para que, a pesar del veto del Ministerio de Fomento que pretende evitar nuevas crisis como consecuencia del rescate de inmigrantes que acaban bloqueados en alta mar porque Malta e Italia se niegan a acogerlos, hiciese caso omiso de tal prohibición.

Detrás de todo esto están las mafias negreras, al igual que antiguamente los comerciantes de esclavos, pues no son otra cosa. Se dice que cobran a cada uno de los inmigrantes 3.000€. Inmediatamente se impone la pregunta, si son unos pobres de solemnidad que necesitan salir de su país para buscarse alimento, ¿de dónde sale esa cantidad tan importante de dinero ¿cómo la obtienen?

Tres mil euros por un promedio de cien personas en cada recogida, es mucho dinero que habría que ver quien o quienes se benefician de él.

El Ministro del Interior del Gobierno italiano, Mateo Salvini, determinó que el barco no podía entrar en aguas italianas y que se exponía a una multa de 50.000 euros y a la confiscación del barco, así que Italia y Malta se inhibieron de esta situación y dejaron a sus pasajeros al riesgo de lo que decidiese la fortuna.

A pesar de todas estas irregularidades, no podemos olvidar que es un buque con bandera española y que nuestro Gobierno tiene la obligación de solucionarle sus problemas. Pues bien su postura ha sido, como se dice vulgarmente, mirar para otro lado y desentenderse del caso. Es más, la ministro en funciones Isabel Celaá, dos días después de producirse esta situación afirmá: “Creo que ya se dirigen a otro puerto”, como si en este asunto no tuviese nada que ver España.

Las manifestaciones de la inefable Carmen Calvo han merecido el lanzamiento de tracas y cohetes. Como ha dicho un alto miembro del Gobierno en funciones, “todo lo que toca Carmen Calvo acaba mal”

Han sido veinte días de dimes y diretes, de escurrir el bulto y mirar de soslayo para no involucrarse, ni tomar una actitud comprometida.

Si la situación no hubiese sido tan trágica, se hubiese tomado como una astracanada, como diría Valle Inclán, pero no, no ha sido un pasillo de comedia, sino un drama real en el que muchas personas han sufrido.

Las soluciones al problema ofrecidas por nuestro, nunca bien “ponderado” Presidente en funciones, no tienen ni pies ni cabeza.

Primero brindó el puerto de Algeciras, cuyo alcalde es del PP, sin consultarle ni preguntarle si esta ciudad podría acogerlos. Tampoco lo comunicó a la Junta de Andalucía. ¿Acaso porque en ella también gobierna el PP?

El alcalde de la misma ha manifestado que se enteró de ello por las redes sociales y que oficialmente nadie le comunicó nada, y que en esta localidad tiene medios e infraestructuras más que suficientes par acoger inmigrantes, ya que un día sí y otro también, asilan a más personas que las que transportaba el Open Arms. ¿Puede tener Pedro Sánchez más prepotencia y más desprecio hacia los demás de las que hace gala? ¿Que se cree que está en una dictadura de ordeno y mando o en una democracia?

Pero, los dislates de este individuo no hay por dónde cogerlos. Los del barco en cuestión se negaron a dirigirse a Algeciras, dada la gran distancia de donde se encontraban y la precariedad de la nao.

Sánchez ofrece Menorca y Mahón para que vengan a cualquiera de ellas, y para acompañarlo envía a la fragata Audaz que servirá como de nodriza a fin de remediar cualquier percance que pueda ocurrir.

Los emigrantes ya han desembarcado en Lampedusa, el Open Arms ha sido incautado por orden de la Fiscalía italiana. El capitán del Audaz, después de lo dicho, manifestaba eta mañana que, a pesar de que la situación se había solucionado, a él no le habían dado orden de volver a Rota que fue de donde salió.

Es lógico que, tras las acciones pertinentes que correspondan por parte de Italia, este barco quede libre y ¿entonces qué hará, tornará nuevamente a ejercer de transportista de viajeros, o escarmentará después de lo sucedido y no volverá a las andadas?