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Ya estoy harto
Llevo escuchando todo el día noticias por radio sobre la violación grupal que se produjo en Bilbao el pasado jueves y en ninguno de los medios se ha citado la nacionalidad de los agresores. Eso sí, en todos se ha hablado de crimen machista, algo que parece como una suerte de cajón de sastre en el que se puede meter todo.
Observo, también bastante sorprendido, la indignación que produce que en algún programa de televisión el hecho de que alguna tertuliana “despistada” diga abiertamente que los violadores de Bilbao era argelinos. “No criminalicemos a todos los argelinos”. “No criminalicemos a todos los inmigrantes”. “No todos los inmigrantes son delincuentes o violadores”.
Pero eso sí, si se culpabiliza a todos los hombres de cualquier ataque que sufra una mujer no pasa nada. El generalizar de una forma tan desvergonzada y ocultar el origen de los delincuentes, es decir, de manipular una noticia de una forma descarada y vergonzosa, entonces no hay problema.
Los medios de comunicación españoles, en su eterna y asquerosa manipulación, son capaces de criminalizar a todos los hombres por no decir exactamente quiénes y de donde eran los culpables, los violadores o los delincuentes. Es tan sumamente surrealista y asquerosa esa forma de manipular a la población que ya ha llegado a un extremo que produce verdadero asco.
Ni yo tengo que ser sospechoso de nada por ser hombre, ni mi padre, mi hermano, mi amigo o mi hijo. Pero no, ellos prefieren que las sospechas sean generalizadas, que el hombre sea acusado solo por el hecho de ser hombres, a decir que seis argelinos han violado en Bilbao a una chica de 18 años y que después, para que el desprecio y la ofensa fuera aún mayor la arrojaron 17 euros cuando ella quedaba tirada en el suelo.
Pues bien, vamos a actuar como ellos. Vamos a cantar las verdades del barquero. Vamos a expresarnos como ellos tanto detestan que nos expresemos. Es tan falso que la mayoría de los hombres somos unos delincuentes, unos violadores o unos maltratadores, como cierto es que la mayoría de los delincuentes, violadores o maltratadores que campan a sus anchas en nuestro país son extranjeros. Y la mayoría de esos delincuentes, violadores o maltratadores son musulmanes o africanos. Ya está bien de paños calientes.