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En los últimos tiempos, la palabra oxímoron está de moda porque los izquierdistas, separatistas, pseudo terroristas y demás casta progre, suelen hablar con expresiones tan inequívocamente oscuras (ellos son enemigos de la claridad) que tienen la propiedad de decir una cosa y la contraria al mismo tiempo. Una vez expresada una idea, que suele terminar siendo lo contrario de lo dicho anteriormente, ya tiene una manera de escapar a la contradicción sin menoscabo (eso creen ellos) de su reputación o credibilidad.
Como ejemplo de lo que antecede, el actual presidente del gobierno (en funciones, pero sin funcionar) habla con frecuencia de “progresismo socialista” enorme oxímoron porque emplea dos términos completamente incompatibles como lo podrían ser “secreto a voces”, “silencio atronador”, “muerto viviente” o “realidad virtual”.
Es más, si las cosas siguen por el camino que van, se pueden producir los mismos acontecimientos aterradores que el PSOE ha producido en ocasiones parecidas, como la ruina que dejó Zapatero en los órdenes políticos, económicos y de convivencia que no se conocían en España desde muchos años atrás. Menos mal que en lo económico (sin escuchar al PSOE y a Ciudadanos) Rajoy (el “malo” de la película que solo tenía 123 escaños) evitó que nos rescataran lo que hubiera supuesto una ruina irreparable.
Así es que ¡mucha atención! porque si Zapa-bis tuviera que pactar con sus exigentes socios del voto de censura (cuyo talento, talante, patriotismo y buenas intenciones, son bien conocidos por todos los habitantes de esta muy querida “piel de toro”) es fácil que “soltara” algún oxímoron de contenido tan típico de los embusteros como este: “gobernaremos por y para todos los españoles (y las españolas, menudos catetos) para que nuestro país progrese con un socialismo moderno y constructivo”.
¡¡Y se quedaría tan fresco!! Nosotros muy fastidiados.
