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Por 68 votos a favor, Isabel Díaz Ayuso, candidata del Partido Popular fue elegida presidenta de la Comunidad de Madrid, en una votación que se produjo en una jornada dura desde el parlamentarismo, pero definitiva a la hora de concluir que el centro derecha, seguirá gobernando la región mas importante y próspera de España.
Momentos antes de esta votación, se produjo el momento más emotivo del día, cuando Díaz Ayuso, en su última intervención en la tribuna previa a la votación, casi con lágrimas en los ojos y llena de emoción, hizo un alegato en defensa de su honradez, de la honestidad de su familia y sobre todo lamentando las acusaciones que, desde la izquierda y extrema izquierda, se han hecho hacia la figura de su padre, ya fallecido y que por lo tanto no se puede defender.
Hay que recordar que, desde medios de comunicación y personas cercanas a la izquierda, se ha pretendido manchar la honorabilidad de la candidata popular, como venganza de haber conseguido el gobierno mediante un pacto de legislatura del centro derecha.
Si he de ser honesto con quienes me leen y me siguen, hoy pretendía relatar una jornada parlamentaria en la que pretendía evaluar a la candidata a la presidencia madrileña, respecto a sus capacidades de oratoria y de reacción ante la oposición , pero visto lo visto desde el minuto uno, solo cabe decir que Díaz Ayuso ha ganado por goleada en el debate parlamentario, especialmente por la zafiedad, poca honestidad política, nula calidad y falta de argumentación de sus contrincantes, si es que se les puede llamar de esa manera.
La jornada empezaba con la candidata de Unidas Podemos Isabel Serra, quien durante toda su intervención utilizó el insulto, las acusaciones sin fundamento y un nivel parlamentario, que honestamente, degrada la política. Casi lo mismo podemos decir de la candidata de Izquierda Unida que pasó sin pena ni gloria, pero fue especialmente penoso por zafio, el enfrentamiento entre Iñigo Errejón y la candidata, impropio de una sesión de investidura y menos de ser escuchado en una tribuna parlamentaria, sin pruebas concretas, claras y definidas.
He de confesar que el estupor se ha apoderado de mi persona durante el debate, solo de pensar como personas de esta catadura política han podido estar gobernando el ayuntamiento de Madrid o puede contarse con ellas para ser la muleta que se precisa desde el socialismo, para acceder al gobierno de la nación.
En definitiva, lo que realmente importa es que la comunidad de Madrid ya tiene gobierno, capaz de seguir impulsando la prosperidad, desde la eficacia en la gestión, con tintes de libertad y sobre todo con una clara muestra de demostrar honradez, tal y como ha dejado claro la ya presidenta madrileña Díaz Ayuso, momentos antes de ser votada y que sin duda generará una impronta durante su mandato.
También ha quedado claro qué tipo de oposición le espera a la nueva presidenta madrileña, llena de zafiedad, poco estilo, mala política y lo que es peor, sin capacidad de calidad parlamentaria, razón por la que los ciudadanos deberemos estar atentos a hechos y no palabras, porque visto lo visto, Madrid no se merece la penosa oposición que tiene, presumiendo de lo que no es, demostrando que no sabe y lo que es peor, acusando a los demás y sin pruebas contundentes de hechos que ni tan siquiera pueden o son punibles.
Si Isabel Díaz Ayuso es el ojito derecho y el espejo en el que se quiere hacer reflejar Pablo Casado, hay que decir que Díaz Ayuso, ha demostrado tenacidad, paciencia, capacidad de diálogo y sobre todo ganas de trabajar, pero también ha dejado claro que no se amilana ante la zafiedad, malas artes políticas y el rencor de sus adversarios, que no saben perder ni son capaces de “asaltar el cielo” por lo que ese refrán de que de “Madrid al cielo”, puede cumplirse en el futuro gracias al gobierno de Díaz Ayuso.
