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A qué extremos estamos llegando
Muchos de ustedes lo habrán observado por televisión. En estos momentos hay cientos de campañas publicitarias de varias empresas en las que figuran familias de homosexuales, obviando a la familia tradicional de un hombre y una mujer como si esto fuera anticuado y lo otro, que en realidad es minoritario, fuera lo más “moderno”.
Y lejos de ser una casualidad, parece más bien una forma de intentar poner de moda algo que debería surgir naturalmente. Es decir, ser homosexual no es una moda, es una opción personal que surge espontáneamente, de manera natural y que no tiene nada de malo, pero tampoco es lo más habitual. Si ponemos como ejemplo nuestra nación, la mayor parte de las parejas, en un porcentaje abrumador, están formadas por un hombre y una mujer y no por un hombre y otro hombre o por una mujer y otra mujer.
Pero si algunas empresas son muy libres de hacer publicidad de sus productos utilizando esta fórmula, también lo son las que lo rechazan como ha sido el caso de Nivea. Según publica AdAge la agencia de publicidad FCB, que lleva más de 100 años trabajando con esa compañía, habría propuesto a Nivea una campaña publicitaria en la que aparecerían una pareja de dos hombres agarrados de la mano.
Nivea ha rechazado esa campaña porque no le parece adecuada para la política de la compañía, o por lo que libremente quieran, es decir, no tienen por qué aceptar una campaña publicitaria que no les encaja. Según la misma información, la agencia FCB habría decidido romper sus relaciones comerciales con Nivea a la finalización de su contrato y todo por este peregrino motivo.
La agencia FCB es tan libre de romper ese contrato como Nivea de no aceptar realizar una publicidad de ese tipo. Pero lo que resulta chocante es que la agencia publicitaria utilice ese motivo como excusa, parece querer que se respete su libertad empresarial mientras ellos no lo hacen con la de los demás.
Parece como si fuera obligatorio que ahora tengan que aparecer parejas de ese tipo en cualquier campaña publicitaria. Y lo que es peor, da la sensación que lo que también se busca es publicitar ese tipo de parejas y convertirlas en tendencia o en moda. Todo muy chocante y extraño, la verdad.
