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Se llama Megan Rapinoe y es la estrella del fútbol en Estados Unidos. Y es mujer. Y además de una excelente futbolista es un icono del movimiento gay y un símbolo del movimiento feminista. Esta chica lo tiene todo para triunfar en el mundo progre que impera en las sociedades occidentales, también en la norteamericana. Además, ¡como no!, se ha enfrentado a Donald Trump, por lo que la seleccion feminina de fútbol de los EE.UU. no acudirá a la Casa Blanca tras conquistar un nuevo campeonato del mundo.
Pero la cuestión no es esa, en este artículo queremos comentar el desaire de Megan Rapinoe con un niño que se le acercó a pedirle que le firmara un balón de fútbol en la entrega de los premios anuales de la ESPN, donde recibió el galardón, junto al resto de sus compañeras, de mejor equipo del año en Estados Unidos.
Qué menos que mirar a la cara a un niño que te pide una firma porque siente que eres una gran futbolista, ¿no??
— Todo Fútbol (@Futboltoop) 13 de julio de 2019
La tal Megan Rapinoe no se dignó ni a mirar al niño, ni un gesto, ni un saludo, solo la firmaa un niño que se quedaría atónito ante este comportamiento, ante esa mala educación. ¿Os imagináis la que se habría liado si eso lo hace Messi o Ronaldo? No lo quiero ni imaginar…
Pero claro, como lo hace una progre, una líder del movimiento gay, una mujer moderna y guay, pues no pasa nada, esta actitud de mal educada no se puede criticar. Se nos vende que el fútbol femenino es más cercano, que las mujeres tienen más sensibilidad, más empatía y amabilidad, pero ahí está el ejemplo. No es una cuestión de sexos, es una cuestión de personas, de buenas o malas personas, de personas educadas y mal educadas. Y está claro lo que es esta tal Megan Rapinoe.