ÚNETE A NUESTRA NUEVA PÁGINA DE FACEBOOK. EMPEZAMOS DE CERO
ÚNETE A NUESTRO NUEVO CANAL DE TELEGRAM
ÚNETE A NUESTRA NUEVA COMUNIDAD EN VK
De ahí las críticas que ahora recibe Borja
“Déjalo, no te metas que la cosa no va contigo”. Esa podría ser una frase que definiera a, prácticamente, el 100% de los españoles, esa es una frase que nos podría definir a casi todos. A todos nos ha sorprendido la condena que Borja, el malagueño que ayudó a una mujer a la que robaban y que al final acabó matando al atracador de forma fortuita, ha recibido de los juzgados de Málaga y todos la hemos visto como una condena injusta, bueno, casi todos.
Ahora, en este país de gente tan extraña y que tiene que ir a contracorriente de todo, a Borja hay parte de esta sociedad que ahora le ve como un asesino que, sin más, ha matado a un ladrón y consideran que es un asesinato porque el ladrón es drogadicto. O puede ser que ahora le consideren un asesino porque ha sido Vox quien ha promovido una colecta para ayudarle a pagar la multa.
Pero sea como fuere, Borja, en general, ha conseguido un apoyo casi absoluto y una duda que se instala ahora en el cerebro de todos: ¿habríamos hecho lo mismo? Y creo que la respuesta es no. Como muchas ocasiones en las que cae alguna persona fulminada al suelo por alguna enfermedad y hay mucha gente que no se para por si acaso o, como en casos más exagerados, gente que incluso no socorre al herido en un accidente de tráfico o en un atropello.
Y en relación a eso escribía un irónico tuit Arturo Pérez-Reverte en los últimos días. Pérez-Reverte hacía una reflexión en alto y decía “Ahí, ahí. Duro con ellos. Quién le mandaba meterse en problemas, con lo tranquilo que podía haberse quedado mirando, como hacemos casi todos“.
Ahí, ahí. Duro con ellos. Quién le mandaba meterse en problemas, con lo tranquilo que podía haberse quedado mirando, como hacemos casi todos.https://t.co/JTIgyUNgfo
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) July 8, 2019
Ahí, ahí nos quedamos todos ahora y así nos quedamos todos. ¿Qué hacer? Pues según la Justicia española, quedarnos mirando. Si hacía poca falta para que la gente no moviera un dedo por nadie, va la Justicia y le dice que es lo mejor que puede hacer. Mal vamos.